La afición de Manuel Fuentes por la escritura viene desde muy joven, recuerda a Lanza como cuando era un adolescente y estaba interno en un centro público de enseñanza ya escribió sus primeros artículos. Algo que continúa haciendo en la actualidad, es colaborador de varios medios provinciales.
Un gusto por la palabra escrita que ha dado un paso más con la publicación de su primer libro, ‘ La Dama del Abanico’, una novela realista que sumerge al lector en una historia con pinceladas autobiográficas de la vida del autor, a caballo entre la transición democrática y la reciente pandemia de Covid-19. Dos periodos convulsos de la historia de España.
Lo de escribir, asegura Fuentes no es algo novedoso, explica que “ya escribí artículos a mitad de los años setenta y relatos un poco más largos, aunque mi voluntad entonces no era que fuera una novela, sino un relato breve, pero que lo dejé inconcluso por razones personales y familiares, sobre todo”.
Precisamente este relato escrito a principios del nuevo milenio y una estancia larga de Fuentes en el hospital en plena pandemia por una afección medular grave, son el germen de ‘La Dama del Abanico’, editada por Serendipia, que será presentada por su autor, el próximo martes, 19 de noviembre en la Biblioteca Pública del Estado de Ciudad Real a partir de las 18.30 horas.
Una novela en la que “sin grandes pretensiones”, su autor quiere reflejar una época dejando constancia de lo que era la vida en aquel periodo de los primero años de la transición democrática que en palabras de Fuentes fue un tiempo “convulso pero apasionante, que en la calle se vivió con una gran emoción sobre todo por la gente joven, como era mi caso, y toda mi generación, que nos vimos impactados por todo lo que se estaba produciendo y que nos podía afectar, como de hecho lo hizo en nuestra vida futura, personal, profesional, o formativa”.
Pero confiesa que la parte de su novela que tiene más tintes autobiográficos es la parte de la hospitalización cuya voluntad al reflejarlo en la ficción era “dejar testimonio de como se vivía en los hospitales cuando se estaba interno en plena pandemia o en las residencias” ya que la madre de Fuentes fallece en una residencia cuando él estaba ingresado. “No puedo ni verla, ni despedirme, ni nada”. En referencia a esto declara que esto “sí es puramente más autobiográfico, el resto es más o menos creíble o imaginable, pero no es mi vida”.
Un relato sencillo y ameno
“He tratado de hacer un relato sencillo y ameno en el sentido que no he buscado expresiones alambicadas, ni cultismos que pudieran inducir al aburrimiento” explica, añadiendo que su relato “de alguna forma va destinada a gente que, no solo vivió aquella época, sino también para que quienes no lo hicieron puedan percibir algo de aquella época que hoy sorprendería”. En este punto pone algunos ejemplos de situaciones que pueden tener paralelismos con la situación actual (como la crisis económica con gran inflación) o avances sociales. “Son situaciones que pueden ser instructivas para quienes no vivieron esa época y que pueden hacer recordar, con nostalgia a lo mejor para algunos, todo lo que se vivió en aquel periodo”.
Pero otro lado hay una parte importante para su autor “las emociones, las sensaciones más personales, que están tratadas desde el punto de vista de una persona joven, casi adolescente y que también puede introducir a los más jóvenes en este relato. Refleja como se vivía las relaciones personales en aquella época, que es bastante diferente a lo de hoy”.
Y la pasión del autor por la literatura es reflejada continuamente en esta primera novela haciendo continuas referencias “a autores de unas épocas determinadas, hago citas, hablo de libros de esos escritores proscritos en algunos casos, que se daban en aquella época y cuento pequeñas historias de todo ese mundo”.
Igualmente también habla de otras escenas que hoy no sean del todo actuales pero entonces sí lo eran, con el leguaje y el tono característico. Pone el ejemplo que en el libro el protagonista le ofrece a su amada una tarde de toros y en ella “se utiliza el leguaje característico de la tauromaquia” pero también desde el punto de vista de lo que era realmente la fiesta para la novela, “como un ofrecimiento a su idealizada amada para poder satisfacer sus propios deseos” sin pensar si a ella le gustan o no los toros.
Además se van salpicando otro tipo de cosas como la guerra civil tratado siempre desde “el antimaniqueismo”, el considerar todo bueno o malo. “Lo trato muy incidentalmente y no es un objetivo fundamental de mi novela, pero sí que tiene su historia, de hecho cuando se lea el epilogo se vera que he tenido la intención de lo que se cuente sobre la guerra civil sea todo inspirado o basado en hechos ciertos de la época, para novelarlo cambio fechas o cambio nombres, pero quizás no lugares, que más o menos se mantienen”.
La provincia, y más concretamente La Mancha aparece también reflejada en las páginas de esta novela, su autor es del Toboso, localidad toledana donde también se presentará ‘La Dama del Abanico’, el próximo 6 de diciembre. “Aparece Tomelloso, de donde es natural el protagonista, Alcázar de San Juan, Valdepeñas, La Solana, Miguel Esteban, Villarrobledo e incluso Ciudad Real”.
“El haber llegado tarde no me hace ser demasiado prudente”
No descarta una segunda novela, declara que “el haber llegado tarde no me hace ser demasiado prudente porque en 2022 empecé a escribir otra novela que tuve que dejar por los avatares de esta primera, mi colaboración con los dos medios y además de varias conferencias que he dado en los últimos tiempos, pero no descarto que esa novela pueda ver la luz en algún momento también, porque una cosa es escribir algo y otra enfrentarse al rigor que se tiene que tener cuando se presenta una novela para que la gente lo valore. Yo soy muy exigente en eso y seguramente a la novela le daré tiempo”.
Añade que ‘La Dama del Abanico’ la terminó 2021, pero no empezó a revisarla hasta el año pasado que la adelgaza sustancialmente y amplía el número de capítulos “con la intención que sean más breves y más amenos su lectura”. “No tengo especial prisa por publicar, pero sí por escribir. Creo que la experiencia puede ser positiva para enfocar una segunda novela con otro impulso”, concluye.
‘La Dama del Abanico’
Ángel se traslada a un barrio humilde de la zona sur de Madrid, en un momento excepcional para los españoles, el de la conocida transición democrática. Allí comparte con sus vecinos las necesidades, pero también las esperanzas de un futuro mejor. En lo personal, se le abre todo un mundo de emociones y sensaciones que le hacen tener unas vivencias ilusionantes y, hasta entonces, desconocidas para él. Se enamora de una dama que le aportará experiencias únicas e inolvidables. Pero una tragedia inesperada, que conmocionará al barrio, lo cambiará todo. Cuarenta años después, Ángel está ingresado en un hospital debido a una grave afección medular, cuando se declara la pandemia por el innombrable virus que afectó a toda la población. Durante su confinamiento, trata de actualizar sus ya lejanas vivencias de juventud con la idea de poder reconciliarse consigo mismo.
Sobre el autor
Manuel Fuentes Muñoz (El Toboso, 1958), es Licenciado en Derecho y trabajó como funcionario de la Administración General del Estado, en diversos puestos, hasta su jubilación en 2021. Ha intervenido como ponente en distintos foros. En 2017 lo hizo para la Facultad de Derecho de la Universidad de Granada, en los cursos de verano organizados en su sede en Melilla. E impartió sendas conferencias en El Toboso, en 2019 y 2022, respectivamente, sobre ‘Tres personajes desconocidos y uno casi olvidado’, y sobre ‘Benito Pérez Galdós y El Toboso’.
Desde 2021, colabora con el diario digital Miciudadreal.es, con el artículo que publica semanalmente en su columna, ‘Tiempo de mudanza’. En ella trata temas de actualidad, culturales, literarios, históricos o sobre viajes. Y, desde 2023, también como articulista, trata sobre estos mismos temas en Lanza, el periódico decano de Ciudad Real y de Castilla-La Mancha. Con ‘La dama del abanico’ se estrena como escritor.