Personas ilustres de Ciudad Real pintadas en lienzos con grandilocuencia escuchan atentas el relato del presidente de la Diputación, José Manuel Caballero. Los últimos tiempos no han sido fáciles para la gente trabajadora, ni para los empresarios, ni para las familias. Tampoco para las autoridades que, sin tener competencias en materia sanitaria, han tenido que dar la cara para paliar una crisis económica y social que pasará a la historia como esos cuadros colgados en el Palacio Provincial.
“Mentiría si dijera que lo vi a principios de enero, pues verdaderamente hasta el 12, 13 o 14 de marzo no fui consciente de la magnitud del problema que se nos venía encima”. La reacción de José Manuel Caballero en aquellos días previos a la declaración del estado de alarma no fue muy diferente a la del resto de los mortales. Así, del asombro que experimentó al seguir en las noticias el confinamiento de ciudades chinas “con 8 millones de habitantes”, pasó a la preocupación.
El presidente de la Administración provincial recuerda “el primer caso supuesto de infección en Ciudad Real” y “el temor que nos invadió a todos los que de una manera u otra teníamos responsabilidades institucionales”. Aquello que parecía “imposible” había llegado a la provincia. Caballero tuvo claro que, “aunque nosotros no éramos una autoridad sanitaria, teníamos que estar a disposición del Gobierno de Castilla-La Mancha, y más concretamente de la Consejería de Sanidad”.
Empleo, obras y ayudas de Emergencia
En este último año, tres han sido las áreas principales de acción de la Diputación provincial, que hoy pretende ser la “locomotora que tira de la economía provincial”. En primer lugar, han reforzado las economías de los ayuntamientos; por otro, han aumentado las partidas de emergencia social y las dirigidas a planes de empleo; y en tercera posición, han estado los planes de apoyo dirigidos a autónomos. La inversión supera ya los 40 millones de euros.
Uno de los primeros objetivos, según explica José Manuel Caballero, “fue dotar a los ayuntamientos de más recursos económicos para que tuvieran músculo financiero para hacer frente a las nuevas necesidades”, para las que en marzo no estaban preparados, “ni presupuestariamente, ni técnicamente”. A lo largo de 2020, la Diputación “transfirió adelantos de recaudación por 118 millones de euros”, antes de obtenerlos mediante la recaudación de impuestos y, por lo tanto, “sosteniendo el déficit”.
Aparte, la Diputación creó 3 fondos Covid de 2,5 millones de euros para que las administraciones locales, “las más cercanas e inmediatas a los ciudadanos”, pudieran comprar equipos de protección individual, mascarillas, guantes, aparatos de limpieza, e incluso alimentos para las familias que en medio del confinamiento “tenían dificultades para su sustento”. También sirvieron para contratar a personal de los servicios sociales, para atender a los mayores y para formalizar ayudas para familias sin recursos.
Al mismo tiempo, la Diputación amplió “en el periodo más duro de la pandemia” hasta 1,7 millones de euros la partida de Emergencia Social, cuando en años anteriores no había superado el millón, y flexibilizó las condiciones de acceso, para hacer frente a un empobrecimiento sobrevenido por la crisis. También, la administración flexibilizó los plazos de pago de tributos y Caballero aprovecha para destacar que “los ciudadanos de la provincia han tenido un comportamiento excelente con sus obligaciones fiscales”.
La recuperación económica ha centrado los esfuerzos desde el pasado mes de mayo. Por un lado, ha estado la oferta de planes de empleo, con el que han movilizado 6,5 millones de euros, y por otra, el 1,8 millón de euros para ayudas a sectores empresariales, entre las que destacan las ayudas a la digitalización. Asimismo, Caballero subraya “la ampliación de la estrategia de planes de obras para los ayuntamientos”, que, si en un año normal asciende a 13 o 14 millones, “este año es de 21,2 millones de euros para mejorar las infraestructuras y generar empleo”.
Como máximo exponente de la Administración Local, Caballero aprovecha para destacar que “los ayuntamientos han dado el do de pecho”, los alcaldes, alcaldesas, sus equipos, concejales y concejalas de la oposición, “han estado a la altura de las circunstancias”. No tiene “ninguna queja”, y si la tiene prefiere olvidarla. Recuerda al alcalde de Alcolea, Eduardo Plaza, repartiendo comida en las casas de los mayores y dice saber que muchos ediles se subieron al tractor y ellos mismos fumigaron las calles.
Es momento de invertir el remanente
¿La Diputación de Ciudad Real puede soportar este desembolso de dinero? Pues sí y, de hecho, lo va a aumentar a lo largo de este año. José Manuel Caballero adelanta a Lanza que “la estimación es que podemos inyectar en la economía provincial 50 millones de euros del remanente acumulado” desde la aprobación de la regla del gasto y, por tanto, del “corsé” impuesto a los ayuntamientos por el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, en 2014 durante el Gobierno de Mariano Rajoy. Esta cantidad se sumará a los 135 millones de euros que contempla el presupuesto aprobado para el ejercicio 2021.
El presidente considera que “es el momento de invertirlo, de ponerlo en circulación, para que la Diputación actúe como una locomotora que tira de la economía provincial, a la que se sumen el resto de instituciones y el mundo de la empresa”. La cifra exacta se conocerá con la presentación de la liquidación del presupuesto de 2020, una vez restados los 6,5 millones del plan de empleo impulsado el año pasado, pues fue en octubre cuando el presidente Pedro Sánchez eliminó esa norma.
Salir más fuertes de la crisis económica
En la recuperación económica, “en torno al mes de junio y de manera más intensa en septiembre”, no duda el presidente de la Diputación. Caballero confía en que Ciudad Real “va a salir de esta crisis más fuerte económicamente” y cree que “nos vamos a recuperar mucho más rápido de lo que las estadísticas y los estudios económicos prevén”. De hecho, destaca que “la prueba es que hay sectores que en estos momentos están funcionando, por ejemplo, la construcción”.
Además, recalca que, a pesar de la crisis, según trascendió la semana pasada, “Ciudad Real ha sido una de las tres provincias de España en las que menos ha caído el Producto Interior Bruto (PIB)”. José Manuel Caballero confía en que en Ciudad Real “vamos a tener buenas condiciones para recuperarnos pronto”, porque, según añade, “tenemos una base sólida fundamentada en el sector agroalimentario”, y porque en el “nuevo modelo de vida social” la provincia tiene mucho que decir.
El turismo de interior, “en espacios naturales, con distancias y extensión”, por el que ha apostado la Diputación en los últimos años, puede tener sentido dentro de “un modelo turístico que no es el del sol, playa y masificación”. Las nuevas formas le van “muy bien” a la provincia, “con 20.000 metros cuadrados, dos parques nacionales, dos naturales y poblaciones con mucho arraigo cultural e histórico”. “Ahí estamos haciendo la tarea, el sector y las instituciones, para ofrecer lo mejor de nosotros mismos en cuanto sea posible”, apostilla.
En cuanto las vacunas empiecen a llegar de forma masiva a la población, José Manuel Caballero apunta que en los próximos meses “vamos a tener que asumir entre todos, no solo las instituciones y las empresas, sino los particulares, que hay que hacer un esfuerzo por inyectar recursos a la economía”. Llegará el momento en el que los vecinos tendrán que “salir un poco más a disfrutar de la gastronomía de la hostelería, comprar un poco más en los comercios de los barrios”, que en una situación de normalidad. Así pues, confía en que en 2022 Ciudad Real esté, “si no ya recuperada, muy cerca de los números que teníamos antes de la pandemia”.