Parece muy claro que el fomento de los valores en edades tempranas es una necesidad incuestionable. Y no solo para el deporte, sino también para toda la vida, para formar ciudadanos en aspectos fundamentales como el respeto, el compañerismo, la humildad o la honradez, entre muchos otros.
Recientemente se han visto peleas y broncas en campos de Tercera División, que se añaden a los habituales insultos a colegiados, las faltas de respeto a rivales o gestos de racismo en los campos. Por eso, la educación en valores desde la etapa escolar se hace imprescindible para que, desde esa juventud, se puedan crear ambientes sanos en todos los aspectos del deporte y de la vida.
Con ese objetivo ha partido una iniciativa que se desarrolla estos días en la provincia de Ciudad Real, la I Olimpiada de los Valores en Edad Escolar, con su primera etapa el pasado viernes en Ciudad Real y que tendrá continuidad en localidades como Puertollano, Tomelloso y Alcázar de San Juan. Organizada por el Servicio de Juventud y Deportes de la Delegación Provincial de Ciudad Real, esta Olimpiada cuenta con la colaboración del Centro de Psicología Deportiva TYM ‘Train Your Mind’ (Entrena Tu Mente), que planifica las activdades, y la Diputación Provincial.
El concepto con el que parte esa formación diseñada por el centro TYM Psicología es claro: formar en valores de forma práctica. A la hora de preguntar en equipos o clubes cómo están realizando esta importante tarea, la respuesta habitual que se recibe es que son los entrenadores con palabras los que piden a sus jóvenes deportistas que tienen que tener compañerismo, respeto… Eso o a través de charlas, seminarios o conferencias.
La formación en este proyecto va más allá de esas palabras. “Nosotros entendemos los valores como algo que no se piensa o se siente, sino como algo que se hace. Te pueden decir que hay que ser compañeros y que hay que respetar al colegiado. Y ahí se queda la cosa. Por eso, lo que intentamos es planificar en la práctica entrenamientos, ejercicios o dinámicas para desarrollar esos valores. Si salen bien, hay que mantenerlos, y lo que salga menos bien, hay que perfeccionarlo y pulirlo”, explica Alfredo Matilla, coordinador de TYM Psicología, que trabaja junto a María Blanco y más colaboradores.
En ese sentido, el alcazareño señala que “un deportista puede estar compitiendo hasta los 35 o 40 años, pero ciudadano eres hasta los 85 o hasta los 90. Por eso, cuando hablamos de valores en el deporte no sólo tenemos que pensar en que estamos creando o formando a mejores deportistas, sino, sobre todo, a mejores ciudadanos”.
Con esta Olimpiada de los Valores el objetivo es ese, el de llevar a la práctica, con ejercicios deportivos y juegos, esos valores para aprenderlos de la mejor manera. En ella, los escolares de los centros participantes se dividen en diferentes postas por las que tienen que ir pasando y en cada una de ellas se realiza una actividad con la que se trabaja un valor.
“Nosotros introducimos en cada posta una serie de variables y de normas para que ellos jueguen a un deporte diferente mezclados chicos y chicas y para que entiendan el valor que se trabaja. Esto tiene una explicación y se llega a una conclusión, para que ellos asimilen el comportamiento. Si las consecuencias han sido negativas, ya saben que ese comportamiento no lo deben hacer, pero si las normas que hemos puesto en un ejercicio se cumplen y suman, ese comportamiento ha sido bueno y es lo que siempre deben repetir”.
Para poner ejemplos, está el juego del balón prisionero con el que se trabaja la honradez, sumando un punto si se reconoce que te han dado con el balón. También se practica el balonmano al aro, con un punto positivo por aplaudir a un rival cuando mete gol o por dar la mano al rival al final, trabajando en este caso la deportividad. En el juego del pañuelo, con el valor del compañerismo, se otorga un punto por dejar hueco al compañero cuando llega a la línea de fondo o por apoyarle y felicitarle.
En general y cada uno con su dinámica correspondiente, la Olimpiada busca fomentar los valores del respeto, cooperación, competitividad, deportividad, compañerismo, humildad, trabajo en equipo y honradez.
Más actividades sobre el terreno
Fuera de esta Olimpiada escolar, otro ejemplo claro de actividad de valores sobre el terreno que realiza el centro TYM es la que va dirigida, en este caso, a inculcar el respeto al colegiado y que pone en práctica el centro con entrenadores o padres y madres de jugadores. “Les sacamos al escenario, les damos un silbato y hacemos una simulación de juego para que hagan de árbitros. Entonces entienden muchas cosas que ellos desde la grada no ven. Es tan sencillo como replicar la situación que se está viviendo y hacerles partícipes”, explica Matilla, que considera que a los árbitros “hay que verles como un deportista más”.
También en ese aprendizaje y formación se ejecutan dinámicas para que esos padres y madres respeten al entrenador de sus hijos e hijas: “A un padre le ponemos de jugador y luego colocamos a más personas como si estuvieran en la grada gritando y dando órdenes. Cuando ese padre se da cuenta de que está recibiendo tres indicaciones distintas a las del entrenador, empieza a entender que no sabe lo que hay que hacer”, señala.
Gestión de las emociones en el deporte
También Matilla, que fue jugador de fútbol, habla de la importancia de saber gestionar las emociones. Lo expone con él ccomo protagonista, recordando cómo cuando era futbolista su gestión del error “era desastrosa”. “Cuando el equipo perdía yo era culpable y cuando lo hacía bien me quitaba importancia. Los días previos a los partidos los vivía con una angustia tremenda, no dormía, comía regular y eso se plasmaba en el terreno de juego; al minuto 65 o 70 siempre tenía los gemelos subidos”.
Por ello, para aquellos jugadores con los que ahora trabaja en las escuelas de fútbol y a los que les pasa algo similar cree que “les podemos dar esa herramientas para que tengan una mejor respuesta ante esas situaciones”.
Unas herramientas para esa gestión del error o del control de las expectativas que “pasan primero por identificarlas y luego hay que validarlas. Si un niño o niña se pone a llorar tras fallar una canasta, no hay que decirle que no llore, eso no tiene mucho sentido. Hay que ponerse en la piel del otro y luego saber o tener herramientas para ver cómo poder ayudarle. Muchas veces una pregunta de ¿cómo estás?, ¿cómo te sientes? o decirle “yo he pasado por esa situación y te puedo decir cómo te puedes sentir mejor”, muchas veces es mejor que decirles que no lloren. Esto sucede muchas veces cuando un padre o una madre va a recoger a su hijo y sus primeras preguntas son ¿cómo habéis quedado? O ¿quién ha marcado los goles? Pocas veces se le pregunta a un niño si se lo ha pasado bien, la primera pregunta que creo que debería ser sobre todo en edades escolares. Todos tenemos que llegar a una reflexión de esa inteligencia emocional y cómo como aplicarla, porque nos iría mejor a todos como deportistas, como formadores, como padres y madres”, finaliza Matilla. Toda una lección de gestión y formación de algo muy importante: los valores.
JUEGOS Y VALORES EN LA OLIMPIADA |
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La Olimpiada de los Valores en Edad Escolar se desarrolla con varias postas en la que cada uno de los escolares de los diferentes centros juegan a un deporte o juego concreto durante 15-20 minutos. Unos juegos en los que trabaja sobre la pista un determinado valor, necesario de aprender por las normas establecidas. POSTA 1 / BALÓN PRISIONERO: Honradez (+1 punto por decir que te han dado) POSTA 2 / TRES EN RAYA: Trabajo en equipo (+1 punto por ayudar a elegir) POSTA 3 / ¡A LA ORDEN!: Cooperación (+1 punto por apoyar en círculo y grito) POSTA 4 / PAÑUELITO: Compañerismo (+1 punto por dejar hueco al compañero) POSTA 5 / RELEVOS: Competitividad (+1 punto por voler todo el equipo al inicio) POSTA 6 / BALÓNMANO AL ARO: Deportividad (+1 punto por aplaudir el gol del rival) POSTA 7 / PELOTA BAILONA: Humildad (dar la mano tras ganar o perder) POSTA 8 / EL RESCATE DEL TESORO: Respeto (dar la mano si hay golpe o choque o por acabar si protestas). |