El abastecimiento de agua en Ciudad Real desde su creación como villa ha sido uno de los grandes retos que las autoridades de los diferentes gobiernos municipales han abordado de preferentemente desde hace ocho siglos.
Ha sido un “complejo desafío hídrico” que el propio rey Alfonso X dejó de manera inconsciente a las futuras generaciones, al decidir ubicar una villa real en el caserío del Pozo Seco de Don Gil.
Es la línea histórica que repasa el libro ‘El agua en Ciudad Real, historia de un reto diferido’, a través de los proyectos de ingeniería que han superado los problemas estructurales de la zona en la gestión y canalización del recurso, y que han contribuido al crecimiento sostenible de la ciudad y su comarca.
La publicación, recientemente editada por Aquona, en colaboración con el Ayuntamiento de Ciudad Real y la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de Caminos, Canales y Puertos de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM), ha sido presentada esta tarde en una acto encabezado por José María Coronado, profesor de Urbanismo.
Coronado, coordinador de la obra, ha recordado el origen de un reto “resuelto, pero no cerrado”, que nace con la planificación que hizo el monarca medieval al impulsar la actual Ciudad Real. “Planteó un problema, entonces no muy grave, que se ha ido resolviendo”, a tenor de las demandas y usos hídricos de una capital que fue creciendo en población, hasta los actuales 75.000 habitantes.
El rey sabio no tuvo en cuenta que el lugar en torno al que planeó el nuevo núcleo urbano “tenía problemas de drenaje, las aguas no salían naturalmente, había riesgo de inundaciones, y las aguas potables estaban lejos”.
Por ello, a lo largo de los siglos han sido impulsados distintos proyectos, ideas e intervenciones “que han hecho que tengamos agua hoy en los grifos”. El relato del libro, con numerosas citas bibliográficas, documentos antiguos y recortes de prensa, anota estos desarrollos ingenieriles hasta la década de los años 70, época de gran desarrollo en la que se construye la red de saneamiento, se conectan los embalses para garantizar el suministro y se realizan importantes inversiones para optimizar el consumo. “Es un reto abierto” no solo de Ciudad Real sino del planeta entero, al que se sigue dando respuesta “cada día”, en los últimos años con líneas para reducir los consumos y reciclar las aguas residuales.
Coronado, que ha invertido junto a su equipo tres años y medio de trabajo, ha celebrado los éxitos de los proyectos desarrollados en cada época, desde el “sencillo y convencional” sistema de abastecimiento desde los pozos de La Poblachuela, con una tubería de barro y un bombeo con norias, al uso de las máquinas de vapor para emerger recurso de los pozos, o la traída de agua desde el Valle de los Molinos, con 35 kilómetros de conducción. Más modernos son las instalaciones hidráulicas de los depósitos, la red de distribución y la planificación del drenaje con túneles para depurar el agua, actualmente más modernas y tecnologizadas.
La ingeniería, al servicio de la sociedad
En la misma tesitura, Ana Rivas, directora de la ETS de Ingeniería de Caminos, ha puesto en valor “el compromiso que tiene la ingeniería de caminos con la sociedad”, con el objetivo de “hacer mejor la vida de las personas”. “Un gesto tan sencillo, ha precisado, como girar el grifo, que nos proporcione agua y luego se vaya por el sumidero se debe a tremendos retos y problemas de ingeniería que han tenido que resolverse”.
En este sentido, Rivas ha destacado la “vocación divulgadora” que tiene el centro hacia la ciudadanía y sus instituciones, que se suma a la actividad formativa e investigadora.
Digitalización y sostenibilidad
Jesús García del Valle, director de Aquona, ha valorado la “gran labor de investigación” del libro, vital para conocer la historia capitalina, a la vez que ha subrayado el papel de la empresa en los últimos 40 años, tras tomar el relevo de la gestión del agua,
“Colaboramos con las administraciones para seguir impulsando el servicio de calidad a la ciudad”, ahora con nuevos y “apasionantes” retos centrados “en la digitalización, la sostenibilidad y una apuesta decidida por la economía circular”. “Nos queda mucho camino por recorrer”.
Recorrido apasionante
La exalcaldesa Pilar Zamora, que prologó el libro cuando ejercía de primera edil, ha valorado la importancia de sus contenidos porque realizan “un recorrido apasionante”.
“Habla del pasado, presente y futuro de la historia del agua”, una gestión que empezó “con una situación desfavorable para el saneamiento, alcantarillado y abastecimiento”. Fue un déficit que los distintos alcaldes, según Zamora, han tenido que abordar desde la preocupación con “decisiones relevantes” hasta la actualidad.
Zamora ha recordado la labor del Ayuntamiento en este ámbito con la Agenda 2030 con los objetivos de desarrollo sostenible y para garantizar “agua limpia suficiente”.
También ha agradecido la labor divulgativa de la UCLM y Aquona “con el trabajo que hacen con los escolares en el Día del Agua y con las acciones de voluntariado”.
En el libro han participado otros docentes como Rita Ruiz Fernández, Javier Rodríguez Lázaro, Amparo Moyano Enríquez de Salamanca y Eduardo Rodríguez Araújo.