Pasadas las cinco y media de la tarde iniciaba su recorrido, desde el guardapasos, la cuadrilla de costaleros del Santísimo Cristo de La Caridad calzando la parihuela de la Hermandad del Santo Descendimiento, altruistamente cedida por ésta, -en número de cuarenta, incluyendo algunos relevos, según nos comentaba su capataz Santiago García -, y formada por chicos y chicas que, tras su peregrinar por las calles de Quevedo, Lirio, Plaza de las Terreras, de nuevo Lirio, Norte, Plaza de Santiago, Ángel, Jacinto, Rosa, Camarín, Paseo del Prado, Feria, María Cristina, Cruz, Libertad, San Juan de Ávila, y otra vez Quevedo, para entrar al Guardapasos al filo de las ocho y media de la tarde, terminaban cansados, es verdad, pero con la satisfacción de haber recogido más de mil juguetes, como decimos al principio, que mediante la distribución de los mismos por parte del grupo de voluntarios de la Cáritas Parroquial de Santiago, harán las delicias de los niños más desfavorecidos de nuestra ciudad en la próxima festividad del Día de Reyes.
Aparte de que los ciudadanos, -un tanto sorprendidos, esa es la verdad-, podían entregar los regalos en cualquier momento del transcurrir del cortejo, se establecieron previamente cuatro puntos de recogida “oficial”, que fueron la Plaza de las Terreras, -realmente llamada de la Inmaculada Concepción-, Plaza de Santiago, Paseo del Prado y Calle de la Cruz.
A la altura de la Plaza de Las Terreras se incorporó al desfile la Agrupación Musical “Santo Tomás de Villanueva” que amenizó el evento interpretando marchas para acompasar el paso de los costaleros, y villancicos en los puntos anteriormente reseñados.
Un poco de historia
Haciendo un poco de historia, cabe decir que la Hermandad del Santísimo Cristo de La Caridad se funda en el año de 1612, concretamente en su mes de octubre, y que la cofradía de la que fue miembro el conocido folclorista Francisco García, “Mazantini”, -allá por los años cuarenta del pasado siglo-, procesiona en la tarde-noche de cada Jueves Santo, siempre y cuando que el tiempo lo permite, con su “paso de misterio” obra del imaginero Claudio Rius Garrich, adquirido en 1945.
Las hermandades y cofradías de Semana Santa no son, solamente, saetas, flores, bandas de músicas,… son también amor y solidaridad, y de ello han dado buen ejemplo, en esta ocasión, los costaleros y directivos de la Hermandad del Santísimo Cristo de La Caridad. Por los niños desfavorecidos de Ciudad Real, ¡con Él al cielo, valientes!