
La Hermandad del Santísimo Cristo de la Buena Muerte y Nuestra Señora del Mayor Dolor “ha cumplido el sueño” de instalar e inaugurar un mosaico conmemorativo de su 75 aniversario en la casa situada frente al Camarín de la Virgen del Prado.
Así lo ha manifestado Pilar Ruiz, hermana mayor de la cofradía en el acto en el que se ha descubierto el conjunto artesano de cerámica instalado en una esquina de la casa del médico Vicente Notario, que estuvo, al igual que su familia, muy vinculado a la emblemática hermandad de Semana Santa.
“Siempre soñamos en que aquí, en uno de los lugares más importantes de nuestra Estación de Penitencia y enfrente de la Patrona, teníamos que poner un mosaico, y ha llegado el momento”, ha declarado Ruiz a lanzadigital.com visiblemente emocionada.
Ruiz ha señalado que en esa esquina, entre Paseo del Prado y calle Camarín, es donde los hermanos del Silencio rememoran en su salida de madrugada de Jueves Santo “la estación de la Muerte del Señor y cuando nos ponemos todos de rodillas en silencio, en un momento muy especial”.
En el acto, tras descubrir el mosaico, instalado bajo un tejadillo y acompañado de un farol, el sacerdote José Rodríguez Ballesteros ha bendecido el conjunto y también a los presentes, medio centenar de personas, así como la propia Ruiz ha leído un poema de Vicente Notario, referido a la salida penitencial.
Un calvario presidido por los titulares
El mosaico está presidido por los dos titulares de la cofradía, el Cristo de la Buena Muerte y Nuestra Señora del Mayor Dolor, y según ha explicado el mayordomo y autor del diseño, Alfonso Doblado, representan un calvario con la calavera a los pies, en referencia al Monte Gólgota, y como símbolo de la Resurrección de Cristo tras haber vencido a la muerte.
“La Virgen, ha señalado, está a los pies acompañando al hijo muerto en la cruz, y en el subsuelo aparece el demonio vencido por Cristo, como símbolo del perdón de los pecados”.
De la misma manera, el marco del conjunto está inspirado en el diseño de la ventana del Camarín de la Virgen del Prado, con unas pilastras que contienen unas cadenas, en referencia “a las que nos caracterizan en la Estación de Penitencia”, así como alrededor de la escena central se representa un cordón franciscano con cinco nudos, al igual que el cíngulo con que los hermanos sujetan sus túnicas.
También está presente la cruz del Silencio, inspirada en la de Jerusalén, acompañada de dos querubines, que hacen un guiño a los dos que también rematan la ventana del Camarín, así como a los lados se reproducen dos hachones, como símbolo de la luz perpetua que ilumina las sagradas imágenes.
Además, según Doblado, se han introducido unas calas en memoria de los hermanos fallecidos, y unos cardos, que representan a la pasión de la penitencia.
El farol que acompaña al conjunto de baldosines artesanos, realizado en los talleres de los sucesores de Ruiz de Luna en Talavera de la Reina, es de estilo granadino, típico de los emplomados del siglo XIX, y ha sido adquirido en un anticuario de Barcelona.
El mosaico ha sido financiado con fondos de la hermandad.
Al acto han asistido los concejales del PP, Rosario Roncero y Miguel Ángel Rodriguez y el director provincial de Hacienda y Administraciones Públicas en Ciudad Real, Francisco Pérez Alonso.