La hostelería ciudarrealeña tampoco es ajena a las consecuencias del coronavirus y a las recomendaciones de las autoridades sanitarias para salir de casa lo menos posible para evitar la rápida propagación del virus. Algunos establecimientos hosteleros de Ciudad Real cifran el descenso de clientes en un 70% y en un 80%, lo que implica también un descenso de los ingresos proporcionales a estas cifras.
“Hemos pasado de estar llenos a estar prácticamente vacíos”, comenta Rubén, camarero en el Bar Cruz de la Plaza Mayor de Ciudad Real, poco antes de las once de la mañana, hora punta para que la gente vaya a echarse “el café de media mañana”.
“Normalmente esto suele estar lleno a esta horas y, con el buen día que hace, también las terrazas y mira cómo está hoy”, señala mirando al interior del bar donde solo había una pareja tomando un café. Lo mismo ocurrió en el día de ayer, narra Rubén, dado que “echamos el cierre a las nueve, cuando normalmente nos estamos yendo de aquí a las once de la noche”.
Una situación que también se da en los bares de la zona de la plaza Cervantes de Ciudad Real, como en el Bar Casa Lalo, un establecimiento que se llena todos los días “a la hora del café”, pero que este viernes estaba prácticamente vacío. “Mira cómo llevo hoy las tortillas”, señala el dueño del establecimiento, dando a entender que otros días “a estas horas” las tiene ya “casi liquidadas”.
Desde la Asociación Provincial de Empresarios de la Hostelería de Ciudad Real, su gerente, Cristina Miranda, ha señalado que, al igual que todos los sectores, el de la hostelería también está sumido en la incertidumbre de este virus, destacando que todos los establecimientos hosteleros de la provincia han bajado notablemente su afluencia de público y, por ende, los ingresos.
No obstante, de momento, aún no se ha tomado ninguna medida en bloque que afecte al funcionamiento de bares, discotecas, restaurantes, etc. “Estamos a las expectativas de lo que nos indiquen las autoridades sanitarias en este sentido”, asegura Miranda, aunque indica que hay muchos empresarios que, por su propia decisión, han decidido echar el cierre durante unos días a sus establecimientos.