La salida del Reino Unido de la Unión Europea, conocido como Brexit, “no será inocua” para las empresas españolas y castellano-manchegas que operan en el país, que vienen registrando un 11% de crecimiento medio.
Pedro Antonio Morejón, delegado territorial del ICEX, señala que “lo mejor sería que no pasara nada”, aunque por lo pronto, un año después del referéndum en el que los británicos votaron apearse del proyecto europeo, ya ha habido dos consecuenciales claras: la incertidumbre de las empresas y la depreciación de la moneda en un 20% han hecho que en Castilla-la Mancha las ventas con este país se hayan reducido ligeramente, al igual que en Bélgica y Finlandia.
Morejón se muestra seguro de que “los flujos se reconducirán”, aunque por ahora sectores como el vino han perdido fuelle, al haber pasado del quinto al sexto lugar en compras en la región, y haber perdido peso como cliente.
En opinión del máximo portavoz de ‘España Exportación e Inversiones’, “la incertidumbre pesa”, aunque en “los flujos comerciales no pasará nada”.
A su juicio, “Unión Europea y Reino Unido llegarán a acuerdos razonables” en el ámbito de comercio exterior, tal y como ocurrió con la tensión creada por los embargos en Rusia o las exigencias en las exigencias fitosanitarias en las operaciones con EEUU.
“La economía encuentra vericuetos para mantener el comercio”, asegura y apunta a otras rutas a través de Irlanda, además de optar por los países del “nuevo mundo” como Canadá, Argentina o Chile.