Virginia C.L., la joven madre de Ciudad Real condenada a once años y tres meses de cárcel por apuñalar a su expareja, al que asestó tres puñaladas en una visita al hijo (entonces bebé) que tienen en común, en abril de 2018 en Ciudad Real, recurrirá la sentencia que su abogado Jesús Barroso califica de “exagerada” y repleta de “incorrecciones jurídicas”.
El recurso de apelación contra el fallo de la sección segunda de la Audiencia Provincial alega también contra la suspensión de las visitas al niño durante el tiempo que la madre esté encarcelada (el fiscal pidió la retirada completa de la patria potestad). “Entendemos que la medida impuesta la sufrirá el menor, cuando mi clienta salga de prisión su hijo no la conocerá. Nos preguntamos si a eso se le puede llamar justicia. El rigor en la aplicación del derecho es el peor enemigo de la justicia”, remarca Barroso.
Un relato “sobre hipótesis y conjeturas”
El abogado del bufete Díaz de Mera tacha de “gravísimas conclusiones” a las que llegó el tribunal, “teniendo en cuenta que sólo existen dos versiones de los hechos, la de ellos. Además mantienen que el relato probado “se ha construido sobre meras hipótesis y conjeturas sin soporte en pruebas directas”, y por ahí esperan que el Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha atempere el rigor del fallo.
Esta parte entiende que no se ha respetado la presunción de inocencia y que la sentencia “adolece de un cuidadoso análisis del numerosísimo material de pruebas periciales, que parece que no hayan existido para el tribunal”.
Falta motivación
Además creen que no está suficientemente motivada, “no sé porqué aplican la agravante de parentesco, cuando ya no eran pareja, y por qué se rechaza aplicar otras atenuantes”.
Virginia C.L., de 29 años, y Carlos Enrique G.P., de 39 ahora, convivieron durante trece meses como pareja en Ciudad Real en los que tuvieron un hijo, de solo seis meses cuando rompieron la relación el 1 de febrero de 2018, que se quedó con la madre, aunque el padre lo visitada de forma esporádica.
Un mes después el padre puso una demanda de guarda, custodia y régimen de visitas al niño, que se notificó a la acusada el 6 de abril de 2018, el día en que se produjo la agresión por la que a Carlos Enrique le han quedado secuelas en las manos que le impiden trabajar de conductor profesional, su profesión.
Lo apuñaló en una visita al bebé
El tribunal considera probado que a las 20.30 horas de ese día Carlos fue a visitar al hijo que tiene con la acusada en la casa de ella, como otras veces desde que se habían separado.
Al entrar la mujer le pidió al varón que le cambiara el pañal al bebé que estaba echado en el sofá. Ella se fue a la cocina y salió con un cuchillo grande con el que atacó a Carlos Enrique por la espalda, lo que le provocó una lesión pulmonar por la que podría haber muerto. Cuando el hombre se giró le dio dos cuchilladas más, una de ellas le ha destrozado los músculos de varios dedos, al agarrar el filo para que no siguiera agrediéndolo.
Condenada por intento de asesinato
Por estos hechos la sala condenó a la mujer por intento de asesinato, no por intento de homicidio o lesiones, que supondría una rebaja jurídica, una calificación que ella considera desproporcionada para lo que ocurrió: una pelea entre ellos en la que ella se defendió, tesis que van a defender ante el TSCLM.
A Virginia, que ahora solo puede ver a su hijo de forma esporádica, también se la ha condenado en costas y a indemnizar con 121.908 euros a su expareja por las secuelas de la agresión.