La suerte no ha querido detenerse este 6 de enero en Valdepeñas y su comarca. Ninguno de los grandes premios que reparte el Sorteo Extraordinario de Lotería Nacional del Niño ha caído de forma íntegra o parcial en alguna de las localidades que componen la zona. La fortuna ha pasado de largo por Alcubillas, Almuradiel, Castellar de Santiago, Moral de Calatrava, San Carlos del Valle, Santa Cruz de Mudela, Torre de Juan Abad, Torrenueva, Valdepeñas y Viso del Marqués. Nada que ver con el histórico premio del “gordo” del Niño de 1995, que hace 30 años regó de miles de millones de pesetas, 6.820 millones en concreto, a los vecinos de Santa Cruz de Mudela. Ese premio sigue siendo a día hoy el más grande que la Lotería Nacional ha repartido nunca en la provincia de Ciudad Real.
Aunque muy lejos de la cantidad de hace tres décadas, el año pasado, la fortuna fue un poco más generosa con la comarca que en esta ocasión. Entonces, la Lotería del Niño dejó un pellizco del segundo premio, el 72.289, en la Administración (receptor) situada junto a la plazuela del Convento de Valdepeñas, regentada por Eva López-Tello.
Este 6 de enero, el Sorteo del Niño ha repartido un total de 770 millones de euros en premios: un primero de 200.000 euros al décimo, que ha recaído en el número 78.908, vendido íntegramente en León, un segundo de 75.000 euros al décimo que ha sido para el 06.766 y del que ha caído un buen pellizco, 750.000 euros correspondientes en una serie vendida en Villarrubia de los Ojos y un tercero de 25.000 euros al décimo para el número 66.777, que entre otras muchas administraciones se ha distribuido en las de la calle La Palma de Ciudad Real (un décimo) y en la de la calle Fontecha de Daimiel (un décimo). Además, este Niño ha repartido 20 premios de 3.500 euros, 1.400 premios de 1.000 euros y 5.000 premios de 400 euros, entre otros. Los reintegros ganadores de este 2025 han sido el 8, terminación del «gordo», junto a los especiales que han recaído en los números 5 y 0.

Mucha venta comarcal
A falta de hacer las últimas cuentas, toda parece indicar que la venta de billetes para este Sorteo del Niño ha superado el volumen del año pasado, como ya ocurrió en diciembre con la Lotería de Navidad, de la que se vendió en torno a 5% más que el año anterior. En Valdepeñas, en concreto, al ser cabecera del Campo de Mudela, este incremento está directamente ligado al movimiento que se genera en el entorno. “La situación de Valdepeñas hace que se maneje un volumen muy alto de venta de fuera, de los pueblos de alrededor”, señala Carmen Castro. Ella es la flamante propietaria de la Administración nº 1 de Valdepeñas, la más antigua de la localidad. Carmen se ha estrenado esta Navidad, tanto en sorteo del día 22 como en este de El Niño, “con mucha ilusión, con muchas ganas” y con la esperanza de tener “la suerte del principiante”. Aunque, al final, parece que no ha podido ser. La Administración, conocida popularmente entre valdepeñeros y visitantes como la de Peñalver, por su propietario original, lleva ahora el nombre de ‘La rana que salta’. La mascota, que preside la entrada del establecimiento, se ha convertido en un nuevo atractivo para el público. “Todos quieren hacerse fotos y les hace ilusión pasar el décimo por la rana”, comenta la nueva dueña de la administración.
En la calle Cristo, frente a la iglesia, hace apenas unos meses ha reabierto sus puertas la Administración nº 26.575. El receptor, como técnicamente se denomina a este tipo de despacho, que comparten la venta de loterías y apuestas con otras actividades, se encuentra en la Multitienda Santo Cristo. Este nuevo negocio es heredero de la antigua Electricidad Navarro. Álvaro, que está al frente del establecimiento, dice que “tenía miedo de haber perdido la cliente de sus padres [propietarios antes que él], después de tres meses de cierre y remodelación”. Sin embargo, en su nuevo comienzo asegura estar “muy contento, porque aunque Navarro Electricidad ya no existe, la clientela ha seguido fiel a la nueva propuesta”, en la que además de lotería, se gestiona paquetería, se puede comprar el pan, productos básicos y chucherías. Entre la clientela de la que habla, “mucha gente de toda la vida, de rutinas, con la que sigue habiendo mucho contacto directo”, porque dice que la venta presencial de Lotería, en particular para los sorteos de la Navidad, se mantiene pese al avance imparable de la compra por Internet.
Un inicio de año fuerte
Los propietarios y gestores de las distintas administraciones y receptores de Valdepeñas consultados coinciden en señalar que el Sorteo del día 22 es “el más tradicional, familiar y de compartir, porque significa el comienzo de la Navidad”. Pero también el Sorteo del Niño marca un importante hito en el inicio del año nuevo y en el cierre de las fiestas navideñas para estos establecimientos. Aunque reconocen que el volumen de ventas es menor que para el Sorteo de Navidad y que, además, éstas se encuentra muy vinculadas al abono de premios menores, como reintegros, terminaciones y pedreas obtenidas el día 22, que se cambian por nuevos billetes para El Niño.
En cuanto a las preferencias, sin duda las terminaciones 5 y 7 son las que este año también han sido las más solicitadas, al igual que para el Sorteo de Navidad. Otras terminaciones muy reclamadas son el 13 o el 69. Lo que para El Niño ya no ha sucedido es pedir el número coincidente con la fecha de la DANA en Valencia, que ha sido uno de los números estrella del sorteo del día 22 de diciembre. Aunque los loteros y loteras no se atreven a identificar como motivo principal del incremento de ventas de lotería de estas fiestas la tragedia de Valencia y la complicada situación mundial, en lo que sí concuerdan es en que se ha comprado más. La media se mueve en torno a los 60€ por cliente, aunque hay quien se atreve con compras de hasta 600€ y hasta de 20.000€ en el caso de asociaciones, hermandades y bares. Los loteros y loteras de Valdepeñas también coinciden en su valoración del perfil del público que se acerca a sus establecimientos en estas fechas. Aunque ligeramente escorado a personas de mediana edad y con más proporción de hombres que de mujeres, señalan que son sorteos con un público mucho más amplio, ya que por su carácter emblemático “mucha gente que habitualmente no juega Lotería sí lo hace en estas fechas”.
Regalos espontáneos de décimos entre amigos que acuden a las administraciones, rechazo de números feos, en los que los menos escrupulosos creen que encontrarán la suerte y las ganas de ayudar a la familia son las anécdotas que más se han repetido también este año frente a las ventanillas. Y entre los que este año esperaban la suerte primaban los deseos de quitarse de encima la hipoteca, comprar una casa o ayudar a los hijos, de Lidia y Rosario, de Librería Tebeo. El deseo de viajar de Blanca o el de sacarse el carnet de conducir de Raúl, del Museo Gregorio Prieto, o el de adelantar la jubilación un par de años, que se comentaba en un grupo de amigos a la hora del aperitivo. Proyectos y deseos que van a tener que quedar aplazados al próximo año, a la espera de que la suerte quiera detenerse, entonces, en Valdepeñas y su comarca.