La médico ciudarrealeña Alicia González Martínez, neuróloga residente de tercer año en el Hospital Universitario La Princesa, en Madrid, ha sido distinguida recientemente con el “International Scholarship Award”, un premio de la Academia Americana de Neurología que está reservado únicamente para 30 médicos de todo el mundo y al que se presentan, cada año, miles de candidaturas.
Éste no es el único premio que ésta joven médico de Miguelturra, de 27 años de edad, recibe en su corta pero intensa carrera profesional. Y es que Alicia González empezó a despuntar ya con su brillante expediente académico cuando obtuvo un 10 en su nota media de Bachillerato, cursó sus estudios en el IES Campo de Calatrava, y la mejor nota PAEG de Castilla-La Mancha (9,925/10).
Primera promoción de Medicina en Ciudad Real
Pertenece a la primera promoción de Medicina de la facultad de Ciudad Real donde finalizó sus estudios en 2010. A lo largo de sus años de formación universitaria como médico ha recibido numerosas becas prestigiosas como la beca “Ortega y Gasset” de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo para alumnos excelentes, en 2010, una Beca de Excelencia de la JCCM y otra del programa AMGEN para trabajar en el laboratorio de Estocolmo adscrito a la Universidad sueca en el año 2013.
Con apenas 21 años recibió un premio de la Universidad de Cambridge por el trabajo de investigación realizado en Estocolmo y recibió también una beca del Colegio de Médicos de Ciudad Real para realizar una estancia en el Massachusetts General Hospital, esponsorizado por la Universidad de Harvard, en 2015. Además, desde hace un año está en el programa CELERA para potenciar el desarrollo profesional y personal en distintas áreas.
Un prestigioso galardón
Ahora, con 27 años de edad y en su tercer año de residencia en la especialidad de Neurología en el Hospital de La Princesa, ha recogido un premio de la Academia Americana de Neurología por su trabajo “Predictors of CT-Perfusion alterations in Stroke-Mimics atended as stroke-code”, que versa sobre las características clínicas y alteraciones en pruebas de imagen realizadas en pacientes con sospecha de padecer ictus, y que concluye que esta técnica podría resultar útil en el diagnóstico de patologías que imitan al infarto cerebral. Además, este trabajo se ha situado entre los tres mejores proyectos de los premiados este año.

“Con este trabajo intento evaluar la utilidad de una prueba de imagen que se llama TAC Perfusión y su utilidad para el diagnóstico de imitadores de Ictus, de patologías que no son Ictus pero que cursan clínicamente como ictus isquémicos; es una investigación que estoy desarrollando en el Hospital de La Princesa”, ha explicado en declaraciones a Lanza.
Afirma que, en su serie, plantean que la utilización en los servicios de Urgencias del TAC Perfusión, como complemento al escáner, puede ser útil en ese diagnóstico diferencial, no sólo para el diagnóstico y tratamiento de los ictus sino para otras patologías que cursan de manera similar como, por ejemplo, la epilepsia.
Neuróloga por vocación
Alicia González tiene por delante un futuro prometedor dentro del campo de la Neurología, una especialidad médica en la que decidió adentrarse por ser la “más desafiante en el sentido intelectual, una especialidad muy completa, muy interesante y que tiene, también, una parte clínica, de contacto con los pacientes, también muy bonita”.
Asegura que la especialidad de Neurología aúna la atención a pacientes con un campo de investigación muy amplio, “porque es una especialidad todavía en desarrollo, porque hay todavía muchos campos donde aún no hay tratamientos y donde se está investigando mucho”.
Futuro profesional
En cuanto a su futuro profesional, Alicia González afirma que cuando acabe el MIR, aún le queda un año entero, le gustaría iniciarse en la atención clínica a pacientes pero sin dejar de lado la investigación, integrada en algún grupo desde donde poder seguir trabajando en ese campo “para intentar trasladar, de alguna manera, la investigación básica a la clínica”.
“La investigación en nuestro país tiene muchas posibilidades de mejora, por decirlo de manera suave”, afirma la joven médico quien asegura que en España cada vez hay más iniciativas en este campo y que la sociedad está cada vez más conciencia de la importancia de invertir, y destinar, más recursos a la investigación.
Apasionada también de la docencia no descarta regresar a Ciudad Real “pero no me importa moverme a donde sea para hacer algo que me guste y que me permita, también, devolver a la sociedad todo lo que he ido aprendiendo, todo lo que se me ha dado, y ser así útil a los pacientes”, ha concluido.