La Semana Santa 2024 quedó oficialmente proclamada en la noche del sábado con el pregón del guitarrista y cantaor flamenco, Ricardo Fernández del Moral, ante una abarrotada parroquia de Santa María. El daimieleño proclamó un pregón marcado por una idea central: “¿qué sería la Semana Santa sin música?” Acompañado por su inseparable guitarra, Fernández del Moral sorprendió a los asistentes comenzando su intervención con una interpretación del Padre Nuestro por toná, indica el Ayuntamiento en nota de prensa.
Ricardo Fernández del Moral agradeció en primer lugar a la Junta de Hermandades por nombrarlo pregonero. “Acepté con alegría, satisfacción y orgullo, pero al mismo tiempo pensando que era una gran responsabilidad porque estos son los días más importantes que vive nuestro pueblo durante todo el año”, aseguraba.
La música en todas sus variantes fue la gran protagonista del acto. El guitarrista deleitó al público con una saeta por seguidilla dedicada a todos los cristos crucificados de la Semana Santa daimieleña y una sentida seguidilla manchega con toques flamencos sobre el sentimiento cofrade de la localidad. Los primeros recuerdos de Ricardo sobre la Semana Santa “no eran las imágenes sino los sonidos”. Por ello, valoró la importancia de la música en los desfiles procesionales subrayando que “gracias a ella se puede escuchar hasta el silencio”.
Fernández del Moral tuvo palabras de admiración para la Banda de Cornetas y Tambores del Santísimo Cristo de la Columna, para el trompetista Manuel Blanco, para el coro de cámara Laminium, el coro municipal Molto Vivace y, en especial, para la Banda Municipal de Música. “El pueblo entero disfruta, se estremece y se emociona con ellos”.
El cantaor flamenco reconoció algunos aspectos que hacen única la Semana Santa de Daimiel. Una de las señas de identidad es que el color de las túnicas y los capiruchos “son los que dan origen al nombre con los que popularmente se conocen a nuestras cofradías”. Asimismo, Fernández del Moral destacó el gran sentimiento cofrade que invade a los ciudadanos daimieleños y explicó su estrecho vínculo con la cofradía del Santísimo Cristo de la Columna y María Santísima de la Amargura, conocida popularmente como ‘Los Coloraos’.
‘Colorao’ desde que nació, al igual que su abuelo y su padre y siempre fiel a su cofradía procesionando cada año y portando casi todos los pasos. “Ser colorao conlleva en mi una sentimiento de pertenencia muy fuerte que me une más a mi familia y a todos mis antepasados. Los hermanos de la cofradía son los míos y ser un colorao es para mi un orgullo muy grande”, manifestaba.
El daimieleño consideró la Semana Santa como un momento de reflexión y a la vez también de reencuentros con familiares y amigos. Son días “de recordar a los que ya no están, de convivencia, de hermandad y de recogimiento”. Por ello, Ricardo rememoró con nostalgia y alegría el momento de vestirse de nazareno con la ayuda de su madre y cómo la indumentaria pasaba de generación en generación. También aludió la gran gastronomía que envuelve esta semana como las famosas roscutreras, barquillos o rosquillas.
Para terminar, el guitarrista valoró el trabajo y esfuerzo de todas las cofradías para “cuidar el patrimonio, organizar y engrandecer más si cabe nuestra Semana Santa”. El pregonero animó a toda la ciudadanía a participar en todos los actos programados.
Anteriormente, el arqueólogo Miguel Torres Mas presentó a Ricardo Fernandez del Moral como una persona que “sublima a la música, su tierra y su Semana Santa”. Torres repasó la vida profesional del cantaor desde sus comienzos con la guitarra hasta la actualidad, destacando sus conciertos por España y fuera de ella. “En todos los sitios lleva el nombre de Daimiel por bandera de manera generosa y entusiasta y, por ello, cuenta con el reconocimiento de la ciudad”, expresaba. El arqueólogo también hizo una especial mención al concierto que protagonizó en la Motilla del Azuer en 2017 “siendo el primer artista con letra mayúscula que ha celebrado un acontecimiento de tal característica en nuestro icono arqueológico”.
Antes del pregón, la Banda Municipal de Música, dirigida por Pedro Francisco Sánchez-Valdepeñas, interpretó famosas marchas procesionales, entre ellas ‘El Niño Perdido’ o ‘Expiración’.
El alcalde, Leopoldo Sierra, y el presidente de la Junta de Hermandades, Víctor Manuel García-Pliego, encabezando la representación municipal y cofrade, felicitaron a Fernández del Moral por su intervención. Los párrocos de Santa María y San Pedro, Valentín Sánchez-Rojas y Manuel Pérez, y el consiliario de la Junta de Hermandades, Jacinto Antonio Naharro, también asistieron al acto inaugural.
De a cara a Semana Santa, el primer edil deseó que la meteorología deje celebrar las procesiones en la calle. “Es la semana más importante de Daimiel donde la emoción y la ilusión siguen vivas. Daimiel es un pueblo de fe que disfruta la Semana Santa y entre todos la hacemos grande e importante”. Por su parte, el presidente, Víctor Manuel García-Pliego, también mostraba su preocupación por la previsión de lluvia y confía que “si no podemos salir a las calles esperamos disfrutar esta semana dentro de los templos”.