El Jueves Santo es esa tarde tan especial y tan esperada en Ciudad Real. Esa tarde en la que un intenso fervor recorre la ciudad con una de las procesiones más bonitas y lucidas. El tiempo ha sido bueno, algo frío pero la lluvia no ha hecho acto de presencia tras las predicciones inciertas de días atrás. Muchos ciudarrealeños y visitantes han llenado las calles para contemplar a las cuatro hermandades que han realizado su estación de penitencia, observando con fidelidad el orden de los relatos evangélicos de la Pasión del Señor.
También conocida como la Pasionaria de Santiago, dado que el arranque en orden de los pasos de misterio se produce desde la Plaza del apóstol, es una de las procesiones de mayor belleza de la Comunidad Autónoma. Otro Jueves Santo más la más antigua iglesia de Ciudad Real, la de Santiago Apóstol, en el barrio de El Perchel, abrió sus puertas a la comitiva pasionaria que se inició con el más grandioso grupo escultórico de nuestra Semana Santa: la Santa Cena, el paso de misterio que representa a Jesús en su última cena. Dadas sus grandes dimensiones circula a ruedas. Este Jueves Santo iba adornada con claveles rojos y lilium morado, acompañada por las notas musicales de un cuarteto de viento. Este paso que pertenece a la conocida como Hermandad de “Los Estudiantes” lleva el paso de palio de María Santísima del Dulce Nombre, de gran belleza, que este año llevaba un exorno floral de lilium blanco y rosas rosas. Levantada por 35 costaleros, arropada por más decenas de nazarenos y numerosas mujeres con mantilla, la del Dulce Nombre paseó a los sones de la banda de música de Pozoblanco (Córdoba).
Pilatos
Tras ella, la Hermandad del Santísimo Cristo Ecce Homo, Pilatos. Primero el el paso con el niño Jesús, portado por los más jóvenes, sobre un monte de clavel blanco y la Cruz de Santiago en rojo, a los sones de la banda infantil de tambores. Tras él, Pilatos, con ese andar singular, característico y distinto a los demás, arropado por muchos nazarenos y un buen número de niños y niñas, la cantera de esta querida hermandad. Al igual que el pasado año, realizó un recorrido distinto, pasando por la Plaza del Carmen, para volver a unirse al resto de hermandades en el Paseo del Prado.
Detrás de Pilatos, el Cristo de la Caridad, conocido en la ciudad como Longinos, que presentó la imagen restaurada de María Magdalena, de San Juan, se ha dorado también la galleta, y nuevas varas infantiles. El Santísimo Cristo de la Caridad, adornado con claveles rojos e iris morados, es portado magistralmente a costal por 35 costaleros. La Agrupación Musical de Santo Tomás de Villanueva les acompañó en su estación de penitencia.
La Dolorosa de Santiago
Cerrando la Pasionaria de Santiago, la venerada Virgen Dolorosa, la Perchelera, que el Viernes de Dolores no pudo discurrir por las calles de Ciudad Real, la lluvia lo impidió, y que se ha presentado más guapa que nunca, con la corona de procesión recién restaurada, así como el juego de jarrillas de la delantera del paso. Flores blancas, iris, rosas, orquídeas… adornaban a la Madre de Dios que estuvo acompañada por la Banda Sinfónica de Miguelturra y arropada por cientos de fieles.
Pasadas las 21,30 horas la Pasionaria de Santiago hacía su entrada en la Plaza Mayor donde mucha gente esperaba su llegada.