Cientos de fieles acompañaron este martes a la imagen del patrona de Ciudad Real, la Virgen del Prado, en su tercera y última salida por las calles de la capital en este año, coincidiendo con la Octava de la celebración de Asunción de María.
Como novedad, la imagen recibió un baño de pétalos organizado por la dulcinea 2017, Ana Belén Chacón, y sus damas y lanzado desde el balcón del Ayuntamiento por miembros de la Asociación de Dulcineas y Damas.
Previamente, la imagen, espléndida con el manto de la Coronación que hace 50 años donó Elisa Cendrero, de tisú de plata de Lyon con bordados en oro y piedras semipreciosas, y con el exorno floral compuesto por nardos y helecho de cuero, fue recibida con fervor por los devotos ciudarrealeños y de otras localidades de la provincia sobre las 20,30 horas cuando rebasó el atrio de la Catedral hacia el Paseo
del Prado entre los acordes del Himno Nacional interpretado por la Banda de Música de la Agrupación Musical de Ciudad Real.

La patrona inició el trayecto que cientos de personas habían antecedido e iluminado por sus velas, y brilló con luz propia por las calles de su ciudad sobre el trono que ha sido restaurado este año.
A cada lado de la carroza iban los hermanos con sus trajes oscuros, además de los fieles, mientras que el centro se situó la comitiva de representantes sociales, políticos, religiosos y militares.
Delante de la Virgen y tras el banderín, iba encabezada por la Dulcinea y su corte y el Pandorgo, Magdaleno León, y su mujer, y detrás las juntas directivas de la Corte de Honor y la Hermandad de la Virgen del Prado.

Tras la imagen mariana procesionaron los ediles populares Miguel Ángel Rodríguez y Pedro Lozano, y responsables de otras instituciones civiles y militares, como Francisco Pérez, director provincial de Hacienda y Administraciones Públicas, el subdelegado del Gobierno, Juan José Jiménez, la parlamenaria nacional del PP, Carmen Quintanilla, además del comisario Miguel Méndez, el teniente coronel jefe de la base de helicópteros de Almagro, Santiago Fernández Ortíz-Repiso.
Al igual que en la salida ‘grande’, la del 15 de agosto, el desfile religioso de la Virgen del Prado en su Octava acogió momentos emocionantes, sobre todo en la entrada y salida al templo catedralicio, donde se congregan cientos de personas, y también en la calle Toledo, donde muchos fieles ciudarrealeños piden protección para todo el año para sus familias, así como en la Plaza Mayor también se vivieron momentos emotivos, sobre todo por la lluvia de pétalos desde el balcón del Consistorio.
De vuelta a los Jardines del Prado, la entrada de la imagen mariana se produjo a las 22,30 horas, una hora antes que hace una semana, ya que participan muchos menos fieles (sólo es día festivo en la capital) que en la salida del día de la Asunción, este año con más de 10.000 personas.

Relevo del hermano mayor
Al finalizar el recorrido procesional, como ya es tradición, se procedió dentro del templo catedralicio al relevo del hermano mayor de la Cofradía de la Virgen del Prado, con la entrega del cetro por parte del saliente Fermín Gasol, director de Cáritas Diocesana, al entrante, el periodista Manuel López Camarena.
Es una de las tradiciones más arraigadas de la hermandad que preside Francisco Pajarón, y que se celebra delante de la patrona ciudarrealeña, en base al orden de ingreso y de antigüedad en la hermandad, que cuenta con 1.300 hermanos y 200 aspirantes (menores de 16 años). El cetro es de metal plateado y reproduce la imagen del la Virgen del Prado.

Subida al camarín
De otro lado, tras finalizar los actos religiosos en honor a la patrona, su imagen volverá nuevamente al camarín donde permanece todo el año este miércoles 23 de agosto.