La cifra de población residente en la provincia de Ciudad Real siguió decreciendo en la primera mitad del año, y se situó en 495.911 habitantes a 1 de julio de 2018. Se consolidó así la caída de la demografía provincial iniciada hace cinco años, tras perder otras 2.638 personas entre enero y junio, tras haber bajado de los 500.000 residentes a 1 de enero.
En términos relativos, según los datos provisionales de la estadística de Cifras de Población y de Migraciones del INE, la demografía provincial retrocedió en un 0,5% en el primer semestre dentro de la tendencia a la baja que inauguró hace un lustro, cuando empezó a desinflarse el censo más abultado registrado en este siglo en la provincia, alcanzado en 2012, con 526.281 ciudadanos.
El número de ciudarrealeños de nacionalidad española se redujo entre enero y junio en 2.027 personas hasta los 470.262 residentes, mientras que la población extranjera disminuyó en 611 (de 28.300 a 27.689).
El descenso de los foráneos se debió, principalmente a las caídas de ciudadanos de nacionalidades de países de la Unión Europea, con un descenso intersemestral de 959 y 14.482 censados, frente a los 980 de otros estados europeos fuera de la unión, que subieron en 24 personas.
Es el mismo caso de los ciudadanos procedentes de África, América del Norte, Centroamérica, Caribe, Sudamérica, Asia y Oceanía, que incrementaron sus volúmenes de ciudadanos en la provincia de Ciudad Real en 324. En concreto, pasaron de 11.895 a 12.219.
Los colectivos que más subieron fueron los de América Central y del Sur, en concreto en 75 y 129 más, respectivamente.
En Castilla-La Mancha
La población en Castilla-La Mancha ha descendido un 0,09% en la primera mitad del año y se sitúa en 2.030.807 habitantes.
El saldo vegetativo en la región fue negativo, con 2.765 personas menos, mientras que el saldo migratorio exterior fue positivo al alcanzar 2.417 personas. Además, el saldo migratorio interior descendió en 1.406 personas.