La Policía Nacional cree tener identificado sin ninguna duda a la persona que disparó el arma que mató a José Ramón Torres, de 47 años, el padre de familia muerto a tiros en un enfrentamiento vecinal en la calle Virgen de la Carrasca, del grupo de viviendas de la Esperanza de Ciudad Real, en el barrio del Pilar en mayo de 2021.
Se trata de un hombre de 43 años detenido al día siguiente del tiroteo. Esta persona, de la que no se han dado más datos, solo que tiene antecedentes, es uno de los seis hombres que siguen en prisión preventiva por delitos de homicidio, tenencia ilícita de armas, allanamiento de morada y encubrimiento, relacionados con aquel tiroteo que mantuvo en vilo a Ciudad Real durante varios días de disturbios y altercados.
13 detenidos y cinco armas intervenidas
La investigación de la Policía Nacional de la comisaría de Ciudad Real se ha cerrado más de un año después con trece detenidos –la mayoría con antecedentes-, investigados por los mismos delitos de los que están en prisión, más el de desórdenes públicos (los días después del tiroteo), la incautación de cinco armas, tres escopetas y dos pistolas, y siete entradas y registros en Ciudad Real y Jaén. A esta última ciudad huyeron parte de los implicados con armas y pruebas del caso.
Los seis que siguen en prisión están considerados personas peligrosas, “tenían armas”, ha explicado la subdelegada del Gobierno María Ángeles Herreros, en la rueda de prensa de balance de la operación, el resto están en libertad con medidas.
Entre los detenidos hay dos personas por delito de desórdenes públicos. La Policía Nacional cree que son los autores de una serie de llamadas al 091, días después del tiroteo, informando de incidentes ficticios para alejarlos del barrio, en que el que se destrozaron vehículos de implicados en el tiroteo que habían huido a Jaén.
Felicitaciones por el concienzudo trabajo policial
Herreros ha felicitado a la Policía Nacional por la complejidad de la operación, en la que ha sido necesario análisis e informes de balística y pruebas biológicas de ADN para determinar que personas estuvieron en contacto con el arma homicida (al parecer solo uno de los detenidos). La subdelegada ha intervenido en una rueda de prensa con el comisario accidental Manuel Domínguez, el jefe de la Brigada de Seguridad Ciudadana Dionisio Ocaña y el jefe de la Policía Judicial Francisco Calzada.
Una discusión de tráfico
El el desencadenante del violento enfrentamiento entre miembros de dos familias, vecinos de puerta con puerta de ese barrio de Ciudad Real, para la policía es una discusión de tráfico. El día anterior al parecer un chaval de una de las familias pasó muy rápido con el coche y casi atropella a un miembro de otra familia. Ese día, el 2 de mayo, ya hubo una fuerte discusión verbal con amenazas y quedaron para verse al día siguiente, cuando se produjo el tiroteo (3 mayo sobre los las nueve de la noche).
Un caso de jurado popular
Esta primavera, coincidiendo con el aniversario del homicidio, el caso se transformó de sumario en procedimiento por la Ley del Jurado, por lo que un jurado popular juzgará a los presuntos culpables.
La familia del fallecido, José Ramón Torres, padre de cuatro hijos, dos de ellos con una gran dependencia, ejerce la acusación particular en el caso para demostrar que él, una persona muy querida y conocida en Ciudad Real, no tuvo nada que ver en la pelea. “La tarde de los disparos salió a poner paz, a apartar a un familiar suyo implicado en la trifulca, y lo acribillaron”, explicól a Lanza en mayo Jesús Corella, que representa a la viuda de José Ramón.
El abogado de los Torres elogia el trabajo “muy concienzudo”, dice, tanto de la policía judicial de la Policía Nacional de Ciudad Real como de la jueza de instrucción del juzgado número 6 Virginia Egea. Herreros se ha sumado este martes a esas felicitaciones.