La feria 2018 de Ciudad Real está a punto de convertirse en la de la sensibilización contra la violencia hacia las mujeres y las agresiones sexistas. No porque haya ocurrido nada grave hasta ahora, sino porque empieza a calar el mensaje de tolerancia cero.
Un ejemplo es lo que ha pasado esta madrugada en el ‘macrobotellón’ de las inmediaciones del Quijote Arena al que se desplazaron dos patrullas de la Policía Nacional, sobre las dos y media, alertadas por una presunta agresión machista que finalmente no lo era. Todo se quedó en un mal entendido, que los agentes aclararon con los protagonistas, según ha confirmado la Delegación del Gobierno en Castilla-La Mancha.
La noche más movida del punto violeta
El Quijote Arena, en el que esta madrugada se han reunido unas cuatro mil personas, es uno de los dos espacios en los que se coloca el punto violeta y arco iris en esta feria, que por la mañana hacen su labor de asesoramiento e información en la plaza Mayor, al lado del baile del vermú. Apenas se habían estrenado atendiendo gente (folletos reparten a diario) y anoche asesoraron a cinco personas, cuatro chicas y un chico LGTBI por diferentes situaciones incómodas, que no se han denunciado.
“Según cómo llegue la víctima la tranquilizamos y la escuchamos. Nuestro trabajo consiste en asesorar y registrar la incidencias, y se prefieren denunciar lo comunicamos a las fuerzas de seguridad, pero hasta ahora no se ha dado el caso. Todo es anónimo y confidencial”, explica Carlos Moreno, miembro de la Asociación Wado LGTBI de Castilla-La Mancha que ayuda a Usawa para prevenir agresiones machistas y homófobas en el punto violeta desde que empezó la feria.
Según dicen la mayoría de la gente, es especial la más joven, se toma muy bien su presencia. “Vienen, nos saludan, pero a la hora de repartir información el noventa por ciento te mira como raro, como diciéndote que no es necesario que lo hagamos, que no hacemos falta, y terminamos debatiendo”.
‘De camino a casa’ y ‘En noche de fiesta’
En el punto violeta conviven dos campañas que se hicieron durante la Pandorga, ‘De camino a casa no quiero ser valiente, quiero ser ¡Libre!’, de la asociación Usawa contra las agresiones machistas y LGTBIfóbicas, y ‘En noche de fiesta…sexo solo consentido’ contra las agresiones sexuales, de la asociación Aproi.
Los miembros de estas dos asociaciones son profesionales del módulo de Igualdad que se ha impartido en el Instituto Atenea y que ha sido el primero de estas características impartido en la región.
Además los autobuses urbanos que hacen el servicio nocturno especial de la feria cuentan con lo que se llama ‘paradas libres’, que consisten en dejar lo más cerca posible de su casa a una mujer que lo solicite.