La Policía Nacional recomienda, en el marco de su decálogo de consejos en relación con la Lotería, comprar décimos sólo en sitios autorizados, ya sea en establecimientos físicos u online y, si se realiza la compra en internet, guardar los correos relacionados con ella y hacer capturas de pantalla de la gestión si es necesario.
Así mismo, advierte que hay que desconfiar de los mensajes sobre el logro de premios en sorteos en los que no se ha participado y comprobar que los décimos tienen el logo, el código y todos los elementos de verificación. También aconseja que cuando se comparta Lotería con amigos o familiares, fotocopiar el décimo e indicar quiénes participan en esa compra y qué cantidad juega cada uno, además de procurar conservar el boleto en perfectas condiciones, ya que su deterioro podría dar problemas en caso de ser premiado, y recordar que caduca a los tres meses.
Otras recomendaciones son realizar una fotografía del décimo y apuntar en un sitio seguro el número, la serie y los elementos que ayuden a identificarlo si se pierde; y denunciar en cualquier comisaría de Policía Nacional la pérdida o robo de un décimo, además de comunicarlo a Loterías y Apuestas del Estado.
Engaños
La Policía Nacional advierte sobre los engaños y riesgos más extendidos con motivo del sorteo navideño. En este sentido, recuerda que para que te toque, hay que jugar. Uno de los métodos más comunes consiste en que la víctima recibe una llamada de teléfono, un mensaje de texto, un correo electrónico o un mensaje a través de redes sociales. Este mensaje supuestamente proviene de una institución de confianza a la que suplantan la identidad corporativa y nos comunica que hemos sido agraciados con un premio de un sorteo en el que ni siquiera hemos participado. La intención de los estafadores puede ser desde hacerse con nuestros datos privados -incluso bancarios- hasta solicitar una transacción económica a su favor en concepto de cuota para acceder al premio, o con cualquier otra excusa. En este tipo de situaciones, debemos evitar llamar a cualquier número que nos indiquen–suele tratarse de teléfonos de alta tarificación-, seguir el enlace web que nos propongan con la excusa de proceder al cobro del supuesto premio y, por supuesto, realizar cualquier pago. Cuando la comunicación se produce por escrito, podemos identificarlos también porque suelen cometer numerosas faltas de ortografía y tienen una deficiente redacción.
Venta de décimos falsos
La compra de billetes de Lotería puede convertirse también en una excusa para los estafadores. En ocasiones, se hacen pasar por vendedores autorizados, también a través de la Red. En este caso, podremos identificarlos por el bajo precio de venta o bien porque el boleto no cuenta con el logo, el código, sello de la entidad expendedora o que indique que se trata de un fraccionamiento autorizado. Las webs fraudulentas, además, no cuentan en su URL (la dirección web) con los caracteres https, cuya “s” indica que se trata de una página fiable. Si no indican desde dónde se produce el envío postal de tu compra, el coste,un medio de contacto fiable con la empresa o la fecha de entrega, es posible que se trate de un intento de estafa.
Tocomocho o número premiado
A pesar de tratarse de una estafa casi tan antigua como el propio sorteo navideño, muchos ciudadanos siguen denunciado haber sido víctimas de este timo. El término “tocomocho” deriva de la expresión “tocó mucho” y consiste en que la víctima es abordada en la calle con la excusa de tener un décimo premiado y no poder cobrarlo por algún motivo. Le muestran incluso una falsa lista de boletos premiados donde aparece el número que le han enseñado previamente y le ofrecen el décimo supuestamente ganador a cambio de una suma importante de dinero. Si accede, le acompañan a su domicilio o al banco, cobran lo pactado y le entregan la lotería que en realidad no está premiada. Las víctimas suelen ser personas de edad avanzada, pero aunque podamos pensar que es fácil identificar a los estafadores, se trata de auténticos profesionales que actúan rápido y son muy creíbles, por lo que puede ser fácil caer en la trampa.