Ni grandes alharacas por la victoria, ni grandes tristezas por la derrota, un profundo dolor por la debacle y una euforia por unos resultados más allá de lo esperado.
La resaca electoral en la provincia de Ciudad Real tras la jornada de votaciones de este domingo no cambia mucho con los sentimientos que se han expresado a nivel nacional.
El primer dato a tener en cuenta es de la participación en la provincia, que ha caído desde más del 76 por ciento a algo más del 69 por ciento, más de 26.000 votos que, en esta ocasión, han decidido quedarse en casa.
Unidas Podemos, por su lado, cae más de 4.000 votos, pasando de casi 27.000 votos en abril a algo más de 22.000 votos en esta convocatoria electoral.
Los socialistas mantienen su hegemonía imponiéndose en 83 localidades. El mapa que les queda se corresponde con sus dominios en el ámbito de las elecciones municipales, con dos excepciones que han cambiado con respecto al pasado 28 de abril: Ciudad Real y Tomelloso.
Pese a que han perdido casi 10.000 votos con relación a la última cita electoral de primavera (más de 100.000 frente a algo más de 91.000) mantienen su porcentaje de apoyos, algo más del 34 por ciento en cada ocasión, lo que les permite conservar los dos diputados logrados en abril.
El PP recupera 5.000 votos, pasa de más de 69.000 votos a más de 74.000, lo que le hace recuperar uno de los dos diputados perdidos hace seis meses y vuelve a contar con dos escaños en el Congreso de los Diputados por la provincia.
En todo caso, esta cifra está muy lejos de haber aprovechado la caída en picado de Cs, también en la provincia, que ha pasado de 50.000 votos a 18.000 votos, dejando por el camino 32.000 votos y perdiendo el único representante que tenían en la Cámara Baja.
El que sí parece haberse beneficiado mayoritariamente de esta debacle de Cs ha sido Vox. En representación, sigue manteniendo solo un escaño, pero su salto en votos en importante, pasando de 40.000 a 56.000, un total de 16.000 apoyos más.
Pueblos
El PSOE asienta su triunfo, principalmente, en su base institucional municipal, con dos excepciones. Así, los socialistas ganan en Puertollano –revitalizados tras el triunfo de Isabel Rodríguez en las municipales-, Alcázar de San Juan, Valdepeñas, Campo de Criptana, entre ellos, y ponen dos picas en territorio contrario, Malagón y Daimiel, gobernados por el PP.
Las dos excepciones a estos triunfos las marcan Ciudad Real capital y Tomelloso, con gobiernos socialistas, el primero en coalición con Cs –un dato a tener en cuenta- y el segundo en mayoría. Con estos triunfos, el PP vuelve a ser mayoría en dos poblaciones consideradas feudos suyos hasta las municipales de 2015.
A estas dos poblaciones, de las más importantes de la provincia, hay que sumar las victorias en poblaciones como Bolaños de Calatrava y Membrilla, dos localidades con alcaldes del PP bien asentados, aunque, en el primer caso, el primer edil, Miguel Ángel Valverde, no ha logrado el acta de senador, a la que también aspiraba.
Más de los triunfos de los dos grandes partidos, otras situaciones a tener en cuenta son la victoria Vox en una pedanía, Arenales de San Gregorio, y dos pueblos, Almuradiel y Villar del Pozo.
En Venta de Cárdenas, pedanía de Almuradiel, está el ya famoso bar “Casa Pepe”, cuya estética franquista es conocida por todos los que van o vienen de Andalucía por Despeñaperros. Días antes de las elecciones, con la exhumación de los restos de Franco del Valle de los Caídos, parece ser que la actividad fue efervescente en el local. Está por ver si ello ha tenido una influencia electoral en lo más cercano.
Poco bagaje, relativamente, si se tiene en cuenta su ascenso general en la provincial, que la han situado como tercera fuerza política.
Caras conocidas, caras nuevas
La doble cita electoral y de noviembre ha sido aprovechada por los partidos políticos principales para introducir algunos cambios en sus carteles electorales, si bien se han mantenido políticas y políticas experimentadas abriendo la marcha.
En el PSOE, la cabeza de lista fue la vicesecretaria de la Ejecutiva provincial, Blanca Fernández, una mujer que venía de la portavocía de las Cortes regionales y que, tras el triunfo en las autonomicas, fue llamada por García-Page para ocupar el puesto de consejera Portavoz y consejera de Igualdad. Su paso por la carrera de San Jerónimo fue de penas semanas.
En aquella ocasión, fue acompañada por Miguel González Caballero, la representación siempre presente en las listas socialistas de Puertollano, que, ahora, en noviembre, ha ocupado la cabeza de lista, acompañado por Cristina López Zamora, portavoz de la Ejecutiva del PSOE en la capital.
Son dos personas de las llamadas “de partido”, con un perfil de liderazgo político y social todavía por hacer y que han marcado una distancia con sus antecesores en esos puestos, por citar los dos últimos, el ex presidente regional José María Barreda y la hoy alcaldesa de Puertollano, Isabel Rodríguez.
En el PP, la gran novedad de la candidatura fue el paso de Carmen Quintanilla desde el número 1 al Senado en abril al número 3. En abril, ya había sido desplazada desde la lista del Congreso al Senado.
Quintanilla, diputada nacional desde 2000, además de su experiencia en las Cortes regionales, es una de estas personas que se dice que aportaba muchos votos al partido. Con su puesto como presidenta de Afammer, ha hecho “grandes favores” de lucimiento mediático para los líderes del PP en cada momento.
No obstante, formaba parte de esas personas que recibían críticas por sus permanencias en los cargos y siempre suenan bajo cuerda cuando se conforman las listas. Esta vez no había lugar a dudas. Su puestos iba a ser ocupado como número 1 al Senado por el actual presidente provincial, Francisco Cañizares. Donde hay patrón no marinero, por muy experimentado que sea.
Al final, Quintanilla no ha salido y Cañizares ha sido el tercer candidato a senador más votado, por detrás de los socialistas Jesús Martín y Carmen Mínquez, y por delante del también senador socialista José Manuel Bolaños.
El caso más satisfactorio en lo personal es del Ricardo Chamorro, número 1 de Vox. Antes de las elecciones de abril, la organización no existía en la provincia. Tenía un concejal en Villarrubia de los Ojos. Las expectativas de voto movilizaron aspirantes, entre ellos Chamorro. No parce ser que fuera una batalla fácil. Meses después, el hoy de nuevo diputado electo parece consolidar su puesto, aunque las dudas para la formación de Gobierno puede derivar en cualquier cosa.
Si no fuera por la marcha de Blanca Fernández al Gobierno regional, Francisco Javiea Fernández-Bravo, elegido diputado en abril, hubiera sido el diputado más breve de la provincia de Ciudad Real. Portavoz de Cs en el Ayuntamiento de la capital entre 2015 y 2019, dejó este puesto para presentarse al Congreso. Hoy tendrá que reconducir su trayectoria política unida a la evolución de su propia formación, ahora con acuerdos en tres capitales de provincia y otros ayuntamientos en la región.