Las obras de la casa sacerdotal impulsada por el Obispado de Ciudad Real concluirán el próximo mes de julio, y empezará a funcionar entre los meses de septiembre y octubre, tal y como ha explicado esta mañana en un encuentro con los medios el obispo, Gerardo Melgar.
Se trata de una ansiada residencia de 54 plazas que verá la luz en 2025 tras dos años de obras (se puso la primera piedra el 14 de julio de 2022), una vez superadas varias etapas y crisis, por un importe de 5,7 millones de euros. Está ubicada en el recinto del Seminario, en concreto en la esquina entre la carretera de Porzuna y la calle Amanecer.

“Es una gran obra” estructurada en pequeños apartamentos, cada uno dotado con un despacho, un dormitorio y un baño porque “los sacerdotes se lo merecen tras haber entregado su vida al Evangelio”
El centro estará dotado de personal sanitario para atender a los sacerdotes mayores que, así, no tendrán necesidad de acudir a centros hospitalarios cuando tengan enfermedades leves. “Estarán muy cómodos”, ha reiterado Monseñor Melgar porque se ha concebido “como un geriátrico”.
La residencia será gestionada por la Fundación Summa Humanitate y el director será nombrado por el propio Obispado.