La residencia Santa Teresa Jornet de Ciudad Real, gestionada por las Hermanitas de los Ancianos Desamparados y ubicada en la calle Calatrava de la capital provincial, precisa de material sanitario para los empleados y empleadas del centro residencial ante la escasez de este tipo de materiales para poder lidiar con el COVID-19.
La directora de la residencia, Encarnación Álvarez, ha asegurado a Lanza que «están muy mal de material sanitario», aunque imagina «que así estarán todas». Tienen escasez y necesitan urgentemente guantes de latex, mascarillas, gorros, batas de protección y botas de agua, dado que cada vez que atienden a un residente las desechan para intentar no expandir el virus, en caso de que lo hubiera.

Desde la residencia también echan en falta los ansiados test rápidos, dado que hay varios residentes que presentan sintomatología propia del COVID-19, pero no pueden saber, «a ciencia cierta», si estas personas padecen el virus o no, por lo que extreman las medidas de precaución con todos ellos.
Además, hay alguna baja entre los distintos empleados y empleadas de la residencia al haber estado en contacto con infectados de COVID-19 en su ámbito familiar, aunque tampoco se les ha diagnosticado que sean positivos por la falta de test.