Cerca de tres años han pasado desde la muerte de un joven de 28 años en una pelea absurda en el carnaval de Herencia de 2018 Gonzalo Buján, pero la herida sigue abierta tanto en la comarca como en su familia, que no acudirá al juicio con jurado (demasiado dolor) que por fin empieza el lunes en la Audiencia Provincial, pero que espera una contundente condena para los presuntos culpables.
La decisión de si los feriantes de Alcázar de San Juan imputados en un primer momento por el caso, padre e hijo, son los culpables; solo lo es uno de ellos, o no tuvieron responsabilidad en la muerte, está en manos de un jurado popular que se elige este viernes a puerta cerrada en la sección segunda de la Audiencia Provincial de Ciudad Real.
El juicio empieza el lunes con el interrogatorio de los acusados
Todo estará listo para que a partir del próximo lunes arranque el juicio por un caso que desató una oleada de indignación popular, por las circunstancias de la muerte: la noche inaugural de un carnaval de Herencia que ese año estrenaba la declaración de fiesta de interés turístico nacional. Buján, de la peña El Burleta de Campo de Criptana, eludió participar esa tarde en un desfile en otra población por estar en su pueblo festejando el inicio del carnaval, y terminó muerto sobre las diez de la noche, en una pelea con al menos los dos imputados.
Con las pruebas y los testimonios las acusaciones particulares que representan a la familia del joven piden penas de 20 años para Julio Felipe C.F. y su hijo Rafael C.U. “Nosotros acusados de un delito de asesinato del artículo 139 del Código Penal y alternativamente de homicidio doloso con abuso de superioridad”, señala el abogado Enrique del Río, que ejerce la acusación particular junto a Pilar Toribio, en nombre del hermano y la madre Buján.
La fiscalía pide 12 años de prisión
En caso de que prosperase la segunda calificación la pena sería de 14 años, más que lo que pide la fiscalía que solo acusa de homicidio doloso a Julio Felipe y reclama 12 años de prisión. Respecto del hijo y otro feriante detenido en un primer momento el ministerio público pidió en su momento el sobreseimiento de las actuaciones.
En este tiempo de instrucción las pruebas parecen haber concluido que lo sucedido fue el desenlace de un mal golpe en una pelea en el recinto ferial de Herencia, la primera gran noche del carnaval de ese año.
Unas pinzas de coche, el arma homicida
Las acusaciones consideran que el arma homicida son unas pinzas metálicas de coche, con las que se supone que Julio Felipe C.F. golpeó en la cabeza a Buján provocándole un traumatismo craneoencefálico por el que cayó inconsciente al suelo, según recoge el escrito de calificación provisional del caso.
Los agentes de la Guardia Civil que investigaron los hechos pensaron al principio que sólo se emplearon los puños contra él, pero análisis posteriores y declaraciones de testigos determinaron que se utilizaron unas pinzas de coche para atacar a Buján, de complexión atlética.
Una discusión trivial
La fiscalía considera probado que la bronca empezó sobre las diez de la noche del 10 de febrero, sábado inaugural del carnaval, a la salida del polideportivo en el que se celebraba la fiesta. A esa hora una amiga y un amigo de Buján se pusieron a orinar al lado de una caravana de feriantes, mientras él les esperaba montado en su coche para irse de allí. Una de las empleadas de la atracción afeó a la chica su conducta e intercambiaron unas palabras.
Los feriantes golpearon el coche
Después de eso los chicos decidieron irse y se montaron en el turismo, pero el hijo del acusado se echó sobre el coche, golpeando el vehículo como para impedir que se fueran. A la bronca acudió también el padre y otros feriantes. Buján se bajó entonces del vehículo y se supone que recibió un golpe tan rápido y contundente que uno de sus amigos, que se apeó para intervenir, no le dio tiempo a ver: ya estaba inconsciente en el suelo.
La fiscalía dice que “no ha quedado suficientemente acreditado que el antes mencionado Rafael C.U, así como D.C.G. [el feriante al que según las acusaciones le echaron la culpa los otros] hubiesen tenido intervención en los hechos que derivaron en el fallecimiento de Gonzalo Buján”.
En concepto de indemnización el ministerio público solicita 110.000 euros para la madre y el hermano del fallecido, y más cantidad las acusaciones, “pero esto último carece de importancia”, asegura la abogada de la madre Pilar Toribio.