Los ocho protagonistas de una riña tumultuaria entre miembros de la comunidad gitana de Valdepeñas en 2015 han aceptado hoy su responsabilidad en la trifulca, que la policía tuvo que disolver con tiros al aire, y han aceptado condenas de multa por delitos de lesiones leves de entre seis y un mes de multa, con cuota diaria de 6 euros.
El principal acusado J.J.A.A., señalado como “un mal gitano” por la comunidad que pretendía echarlo del pueblo (ahora vive en Daimiel), ha admitido que le dio un mordisco a otro de los contendientes que perdió la falange distal del dedo pulgar. Pero hoy ante la Audiencia Provincial se ha visto que el perjudicado, a su vez acusado de lesiones, mantiene la movilidad de la mano y se ha calificado de leves lo que en principio eran unas lesiones agravadas. La petición de la fiscalía ha pasado de 4 años y medio de cárcel a seis meses de multa, por lo que el acusado ha aceptado el pacto.
Para el resto de investigados los solicitud inicial era de tres meses de multa, que ante el reconocimiento de los hechos se han quedado en uno.
Los familiares, fuera de la sala de vistas
El acuerdo ha evitado el juicio, que se preveía tenso. De hecho la policía ha impedido el acceso a la sala de vistas a familiares de siete de los ocho acusados, que han venido a arropar a los suyos, para evitar confrontaciones con J.J.A.A. No obstante la vistilla de conformidad se ha desarrollado en un clima de respeto.
“No había suficiente gravedad para mantener esa acusación y ha sido modificada por todas las partes. El acuerdo es correcto y satisface a todos”, ha explicado el abogado Dámaso Arcediano, defensor de J.J.A.A.
Su conducta desacreditaba a todos
La riña tumultuaria que dio pie a este proceso judicial ocurrió el 3 de noviembre de 2015 en la calle Prolongación de Postas de Valdepeñas en la que sobre las cinco de la tarde llegaron a concentrarse unas cuarenta personas. Y todo porque el patriarca de la comunidad gitana de Valdepeñas y otras personas fueron a casa de J.J.A.A., “para hablar con él y pedirle que se marchara de la localidad por considerar que estaba desacreditando con su conducta a la comunidad gitana”, explica el escrito de acusación que se ha declarado probado hoy.
Le amenazó con la garrota
El caso es el que el aludido no estaba en casa, llegó al poco y las explicaciones y la pelea fueron en la calle. El patriarca se encaró con él, le amenazó con la garrota y le dijo que se fuera, a lo que él se negó y se enzarzaron, tanto ellos como las personas que estaban allí, unas cuarenta, y así empezó la bronca que la policía tuvo que sofocar disparando al aire.
Se da la circunstancia de que J.J.A.A., de unos 32 años, es hermano de Francisco A.A., que este mes ha sido condenado en la Audiencia Provincial a 23 años de cárcel por violar, maltratar y vejar a una chica de Valdepeñas con la que salió unos meses.