La celebración de la Romería de Alarcos, prevista para el 31 de mayo y el 1 de junio, pende de un hilo y según las variables sanitarias y de seguridad que maneja en la actualidad el Ayuntamiento de Ciudad Real por el Covid-19 “no se dan las circunstancias”, según Eva Masías, concejala de Festejos y Tradiciones Populares.
Aunque faltan más de 50 días, Masías se ha reunido con Antonio Baptista, presidente de la hermandad de Alarcos y con los responsables de la Federación de Peñas, las asociaciones Nuestra Señora del Prado, o María José Melero, además de con el propio Obispado “para coordinar la acción», no sólo para esta celebración de Pentecostés, sino para otros acontecimientos.
La edil ha asegurado que buena parte de los 360.000 euros presupuestados en su área serán destinados a la bolsa común para hacer frente en la ciudad al escenario posterior al estado de alarma.
Ante la situación “nueva y compleja que ha sobrevenido”, el Consistorio, ha recordado Masías, está conformando una línea de recursos de carácter “muy trasversal” (procedentes de los fondos de áreas que no se gasten por la pandemia) para atender “las prioridades de la ciudad después de todo esto”.
En su caso está trabajando en varias direcciones tras la suspensión de la Semana Santa, las Cruces y la fiesta de los Mayos, además de los conciertos de Leiva del 2 de mayo, el del violinista Ara Malikian a mediados de junio, o el de Danza Invisible a finales de ese mes.
En lo referido a la Asociación de Cofradías, con una subvención de 40.000 euros, “estamos viendo qué gastos han realizado, en cera o cartelería”, mientras que el resto de la subvención se destinará a otras propuestas “muy interesantes que hay encima de la mesa”, al igual que la banda de música.
Incluso la Pandorga, a casi cuatro meses vista, también podría celebrarse de otra manera. Por ahora, Masías tratará con la Hermandad de Pandorgos “hasta qué punto pueden concentrarse en un concurso de limoná varios miles de personas”.
“Todo está por ver” y lo “haremos piano, piano”, ha indicado a este diario digital.
Hostelería y Turismo
La también primera teniente de alcalde ha insistido en que el dinero que se capte “revertirá en los autónomos y la pequeña empresa, especialmente la hostelería y el ámbito del turismo, que en esta Semana Santa «se han llevado la principal bofetada económica”.
En esta línea, Masías se ha mostrado consciente de que “las actividades socioculturales serán las últimos en tomar normalidad”, porque «lo principal», ha insistido, “será abrir las tiendas, y activar el comercio local”.
Ha valorado las acciones que se están tomando en el Consistorio ciudarreañeño ante una situación “inesperada, de una gran magnitud, que no sabemos el alcance que tendrá el día después”.
Las áreas de Medio Ambiente, Acción Social o Seguridad (Policía Local), “son esenciales y están dando ejemplo con la desinfección de la ciudad» y con «una respuesta rápida en distintos ámbitos».
Por ello, Masías ha pedido “unidad” y ha hecho un “llamamiento” a la colaboración en un “tiempo no de demagogias ni de campañas difamatorias, sino de remar en el mismo sentido”. «Ya habrá tiempo, ha especificado, de la crítica o la autocrítica».
Gestión ejemplar en el cementerio
Respecto al ámbito del Cementerio, en el que ahora está volcada, ha tenido palabras de agradecimiento apara el personal municipal del área “su trabajo”, una labor que realizan con tanta eficacia “que no hay ni una baja por contagio”.
«Son el último eslabón de la cadena sanitaria y también se la juegan”, ha indicado, a la vez que ha valorado el comportamiento de los familiares “que dentro de lo duro que es, comprenden que no pueden juntarse ni despedirse de su fallecido”.
En este sentido, Masías ha presumido de gestión porque el mismo 15 de marzo, tan sólo un día después de que se decretara el estado de alarma, “me reuní con los gerentes de los dos tanatorios de la ciudad para ver la forma de coordinarnos con los servicios municipales”.
Igualmente, “fuimos de los primeros que eliminamos los velatorios, que propusimos los responsos en la puerta de cementerio para no masificar”, unas medidas que “están permitiendo que no haya colapsos ni hacinamientos en los entierros, y que los procesos se hagan de una manera regular y ordenada”.
Por último, la edil ha celebrado “la coordinación” en la toma de estas medidas, acompañadas de la provisión de “equipos de protección individual (EPIs) y material”.
