A horas para que la Virgen del Prado baje de su camarín y empiecen oficiosamente las fiestas patronales de Ciudad Real este viernes (19.00 horas, en la catedral), la hermandad ha propiciado un encuentro con el artífice de la restauración del año: la talla del Niño Jesús.
La imagen, de los años cuarenta del siglo pasado, ha recuperado la claridad y los “frescores” originales (tonos rosáceos en los pómulos), en las manos del restaurador Francisco Pérez Vargas, en su primer trabajo para Ciudad Real, que reconoce que ha sido más complejo de lo previsto.
“Ha sido un trabajo muy laborioso, la imagen estaba enmascarada con un betún oscuro”, cuenta Pérez Vargas, en una entrevista para Lanza previa a la conferencia en el antiguo casino en la que ha explicado los detalles de la restauración. “Quería que la gente viera que no he pintado más claro al niño, solo le he quitado la pátina que tenía encima de los repintes”.
Restaurador especializado en imaginería religiosa, retablos y pintura en tabla, Pérez Vargas (Fregenal de la Sierra, Badajoz), vio la talla por primera vez el año pasado con radiación ultravioleta, en la que salieron todos los repintes. Los daños estructurales los vio la radiografía que le aportó la hermandad.
Una talla de madera de poca calidad, pero curada
La talla no es de madera cedro, que es la mejor para este tipo de piezas, sino de una madera de poco valor (algo lógico en los tiempos de la posguerra), pero el restaurador dice que a diferencia de otras tallas en las que ha trabajado en iglesias de Jaén, en este caso sí se hizo con madera curada.
El Niño también tenía grietas por el uso diario y había tornillos para asegurar algunos miembros, después de varias intervenciones, una de ellas poco ortodoxa. El restaurador ha fijado las partes sueltas de color, con colas y espátula, el estuco (va encima de la madera), y ha sometido a la talla a una limpieza de los repintes hasta que ha salido el color original, incluido el tono rosáceo de los pómulos oculto. Después se han reintegrado las partes del color que faltaban.
Primera restauración para la Hermandad de la Virgen del Prado
La restauración de la talla del Niño Jesús, entre febrero y mayo de ese año, ha sido el primer trabajo para la Hermandad de la Virgen del Prado de este restaurador, que está abierto a futuras colaboraciones. “Estoy contento, es un gusto trabajar para ellos, me he encontrado con una gente encantadora”.