El recuento de daños materiales tras el paso de la tormenta de pedrisco que ha ‘bombardeado’ Ciudad Real capital esta tarde, con granizo del tamaño de pelotas de ping pong, de entre 4 y 7 centímetros de grosor, es cuantioso pero lo peor se lo han llevado los cientos de vehículos aparcados al aire libre: pocos se salvan de haber sufrido daños, y los hay con todas las lunas rotas.
Lo mejor es que no parece que haya ninguna persona herida grave, han confirmado fuentes del servicio regional de Emergencias 112. La tormenta de esta tarde y en general las de toda la jornada del martes estaba anunciada por la Agencia Estatal de Meteorología, que había avisado desde primera hora de la mañana de que podía caer granizo en algún punto.
La lotería del granizo, en Ciudad Real
Pronosticar dónde cae el granizo y su grosor es una lotería con la que no se atreven los servicios meteorológicos. Esta 11 de agosto le ha tocado de lleno a Ciudad Real capital, y en vez cosechas, las víctimas han sido el mobiliario urbano, vehículos particulares, cornisas de edificios y objetos domésticos.
Las zonas verdes y el arbolado se han llevado lo suyo. El pedrisco, que apenas ha durado seis minutos, ha podado literalmente decenas de árboles, las hojas han caído al suelo y entre el hielo y el agua han provocado atascos en imbornales que ha habido que desatascar.
Las tormentas de este 11 de agosto han dejado 10,6 litros por metro cuadrado en la capital, buena parte de ellos, entre seis y siete, durante los seis minutos en los que ha llovido piedras del cielo.