Las ventas de tabaco se han reducido considerablemente en la provincia de Ciudad Real en los últimos siete años. Desde la entrada en vigor, en el año 2010, de la conocida como Ley Antitabaco el descenso de las ventas de cajetillas de cigarrillos ha sido de casi un 46%. Así lo ha explicado a Lanza el presidente de la Asociación Provincial de Estanqueros, Fernando Bermejo, quien indica que el mayor descenso en las ventas legales de cajetillas de cigarrillos se produjo, en la provincia de Ciudad Real, entre el año 2010 y 2011 pasando de 44,1 millones de cajetillas vendidas en 2010 a 37,4 millones en 2011.
A partir de ese año, las ventas han ido descendiendo en un porcentaje mucho menor, de entre un 2 y un 3% cada año. Centrándose en los datos del último año, Bermejo explica que en 2017 se vendieron en la provincia 25,2 millones de cajetillas de cigarrillos frente a los 26,6 millones del año 2016.
A nivel de toda Castilla-La Mancha el descenso en la venta de cajetillas de cigarrillos entre los años 2010 y 2017 ha sido del 40,01%, casi tres puntos porcentuales menos que en la provincia, y a nivel nacional del 38,22%.
Las razones de esta reducción de las ventas son varias: la entrada en vigor de la nueva ley antitabaco, la crisis económica que motivó que los ciudarrealeños apostaran por otras opciones más económicas como el tabaco de liar, el que bastantes personas hayan dejado de fumar y la compra de tabaco de contrabando, “un problema que está adquiriendo mucha envergadura sobre todo en Castilla-La Mancha y Extremadura y que tiene muy preocupado al sector”, subraya Fernando Bermejo.
“Actualmente existen fábricas ilegales. Esta cuestión unida a la venta sin control por Internet, supone un gran riesgo para la salud y una mengua de las arcas públicas, debido a la evasión del pago de impuestos”, recalca el presidente de la Asociación Provincial de Estanqueros.
Las intervenciones realizadas por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en la provincia de Ciudad Real contra el contrabando y la venta ilegal de tabaco también están registrando máximos. Bermejo recuerda, como ejemplo, la operación “hoja seca” llevada a cabo el pasado 19 de abril y en la que se intervinieron 14 toneladas de picadura de tabaco que iban a ser puestas a la venta a través de Internet, con 4 detenidos en la provincia de Ciudad Real, o la denominada operación “Hobo”, del pasado 6 de febrero, en la que los funcionarios de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria de Castilla-La Mancha detectaron más de 1.400 kilógramos de tabaco de contrabando en una nave industrial en Valdemoro (Madrid), para ser vendido en Internet.
La incidencia del tabaco de contrabando en la provincia se sitúa en el 30%
“Son muchos los fumadores de picadura de liar que se han pasado a adquirir el tabaco de forma ilegal porque es más barato”, insiste Bermejo quien asegura que la incidencia del tabaco de contrabando en la provincia se sitúa en el 30% en los últimos 5 años, una afirmación que viene avalada también por los datos de ventas. Así, en 2016 los estancos vendieron en la provincia de Ciudad Real 56,6 millones de kilos de picadura de liar, 4,5 más que en 2017, lo que ha supuesto un descenso del 7,95%. A juicio del presidente de la Asociación Provincial de Estanqueros la mayor parte de esos fumadores “no es que lo hayan dejado es que se han pasado a la compra de tabaco de liar por internet, sin garantías y sin control sanitario alguno, más barato. De hecho, en los estancos vemos todos los días como son muchos los que compran los cigarrillos vacíos y no adquieren picadura de liar”, explica.
Para intentar compensar la caída generalizada de las ventas, por unos u otros motivos, los estancos están buscando nuevos productos y servicios. “Estamos estudiando modificar el reglamento, con la autorización del Comisionado de Tabacos, para poder vender otros productos en los estancos. El objetivo es compensar la pérdida de poder adquisitivo, a pesar de que ésta no ha sido tan importante como la caída de las ventas”, explica.
Sin embargo, recalca que la intención principal es eliminar el comercio ilícito de tabaco que “es el que más perjudica a nuestros negocios, al Estado porque deja de recaudar muchos cientos de millones de euros anuales, y a los consumidores, que desconocen el contenido de lo que compran cuando lo hacen en canales ilegales”.
Por último, Fernando Bermejo indicó que en la lista oficial del Comisionado para el Mercado de Tabacos aparecen 212 estancos registrados en la provincia de Ciudad Real aunque algunos están cerrados definitivamente y otros están en proceso de venta. Abiertos hay 184 estancos.
Casi el 40% de los fumadores atendidos en la unidad de deshabituación deja de fumar
Entre el 35 y el 40% de los pacientes atendidos por la Unidad de Deshabituación Tabáquica del Hospital General Universitario de Ciudad Real consigue dejar de fumar, según han informado a Lanza la neumóloga responsable de la misma, Patricia Mata, y la enfermera Pilar Núñez. Sólo en 2017, entre los meses de enero y noviembre, han sido 364 las personas que han pasado, por primera vez, por esta unidad para dejar de fumar.
Mata explica que la mayoría de pacientes son derivados a esta consulta por médicos de otras especialidades entre las que destacan, sobre todo, Atención Primaria, y también Neumología, Medicina Digestiva, Medicina Interna o Cardiología. “Cada año recibimos una media de 220 nuevos pacientes en la consulta que quieren dejar de fumar y piden apoyo”, ha subrayado Núñez. Fumar es un hábito nocivo, cuya deshabituación implica modificar nuestra conducta y “esa es la parte más delicada de tratar”, explica.
Unos 900 pacientes de media pasan cada año por la consulta monográfica de tabaquismo y, entre ellos, cerca del 75% corresponden a revisiones periódicas para un buen seguimiento de las terapias.
Y en cuanto al tratamiento, explica que en esta unidad se utiliza una terapia que dura aproximadamente un año, con entre cinco y ocho consultas, y que se ayuda principalmente de la farmacología para conseguir que el paciente deje de fumar. Cuentan con tres tipos de tratamientos, dos con pastillas y uno con sustitutivos de la nicotina, que se complementan, también, en unos apoyos emocionales y sicológicos importantes, explica Pilar Núñez.
La neumóloga ha señalado que el tratamiento, que comprende un seguimiento de un año a través de ocho visitas, va precedido de una valoración del fumador en la que se estudia su historial general, se le explora físicamente y se analiza su motivación para dejar de fumar, así como su grado de dependencia. Según el resultado de estos test y pruebas así se aplica un tratamiento u otro.
Aunque no hay una edad mínima para ser atendido por esta unidad, abundan los que tienen entre 30 y 40 años “y ya hay más mujeres que hombres; ellas se subieron al carro del tabaquismo mucho después”, explica Patricia Mata.
La responsable de la Unidad de Deshabituación Tabáquica del hospital de Ciudad Real asume que dejar el vicio puede ser muy difícil para muchos de los fumadores que pasan por la consulta pero también destaca que las probabilidades de éxito se duplican con ayudas.
Aumentan las sanciones por incumplir la Ley Antitabaco
Las sanciones por fumar en lugares donde no está permitido, aumentaron el año pasado con respecto al anterior en la provincia de Ciudad Real un 13%. Un aumento leve, según el director provincial de Sanidad, Francisco José García, que no ha conllevado más dinero recaudado por la reducción del 50% de la multa por “prontopago”. En concreto, en 2016 se incoaron en Ciudad Real 168 expedientes sancionadores que aumentaron hasta los 194 tramitados en 2017. Además, en el primer trimestre de 2018 ya se han incoado 59 expedientes de los que 37 son calificados como graves.
No obstante, Francisco José García afirma que el fin de la conocida como Ley Antitabaco “no es coercitivo, ni recaudatorio, sino preventivo” y, añade que, objetivamente, esta ley ha servido para disminuir el hábito tabáquico entre la población, eliminar el humo del tabaco en los sitios públicos y favorecer la salud pública. “Los datos del Ministerio de Sanidad indican que ha bajado el número de fumadores”, reitera García para quien esta ley ha conllevado, también, otra percepción, mucho más negativa, del hábito de fumar lo que ha contribuido a restar adeptos.
Añade que, a nivel general, los establecimientos de hostelería y los consumidores respetan la ley. Y reconoce que al principio el efecto de la nueva norma fue mayor “aunque poco a poco vemos como los objetivos se van consiguiendo”.