La vida anodina de Teresa, una joven farmacéutica de Ciudad Real preocupada por el cuidado de su madre con demencia, está a punto de cambiar para siempre. Una noche, justo antes de cerrar el negocio, sufre un asalto. La agresión despertará en ella miedos que creía olvidados y traumas desconocidos. Ginés Romero, un hábil inspector dispuesto a todo, y Nadia Cañizares, una brillante subinspectora en horas bajas, descubrirán que la búsqueda de la verdad conlleva peligrosos riesgos y también un dolor inevitable. La trepidante investigación policial arrastrará a Teresa hacia un terrible secreto familiar oculto durante décadas.
Ciudad Real, un escenario novedoso
Mientras el noir español nos suele trasladar a lugares ya comunes como Madrid y el norte de España, con Galicia, Cantabria y País Vasco a la cabeza, esta historia nos lleva hasta un destino poco frecuente: Ciudad Real. A lo largo de la novela, el autor hace alusión a los cambios vividos en la ciudad en las últimas décadas, mientras nos hace caminar por su extrarradio y el centro de una urbe poco acostumbrada a ser territorio de novela negra o policial.
Los personajes
Teresa: La joven farmacéutica lleva el negocio familiar sin sobresaltos. Acaba de dejar a su controlador
novio y no descuida las visitas a su madre, enferma de Alzhéimer en una residencia. En realidad, vive atrapada entre el peso de una triste cotidianidad y sus responsabilidades, mientras sobrelleva las inevitables marcas de un amor tóxico y de una relación con su madre cargada de silencios. Pero Teresa acumula heridas pasadas cuyas razones no logra desentrañar. Ser víctima de una agresión disparará el dolor, pero también abrirá la puerta a
una trágica verdad que se ha mantenido oculta desde su infancia.
Nadia Cañizares: Esta brillante subinspectora especializada en violencia de género vive con frustración su paso
por la comisaría de Ciudad Real. Allí quería volver a empezar, pero las cosas no están saliendo como esperaba. Airada por la gestión de su último caso, tiene decidido pedir un traslado. Nadia es una mujer fuerte que ha sido capaz de salir sola adelante criando a su hija, ya universitaria, así que el siguiente paso no le asusta. Pero, en su momento más débil, la Rusa deberá cumplir con un último servicio.
Ginés Romero: Este hábil y descarado inspector es un hombre decidido a llegar hasta el final, asumiendo las
peligrosas consecuencias. El suceso que afecta a Teresa, la farmacéutica, no será tan solo un hecho aislado. Con la colaboración de su compañera y amiga Nadia, Ginés avanzará con perspicacia en una investigación que le llevará hacia una oscura trama que salpica al mismo cuerpo de Policía y ya se ha cobrado diversas vidas. La sospecha inicial crecerá a pasos trepidantes, ya que su sentido de la justicia le arrastrará hasta al final.
El estilo
Si algo define el estilo del autor es el extraordinario trabajo sobre la psicología de los personajes principales. Todos ellos arrastran conflictos personales, en los que el sentimiento de culpa, la frustración y el trauma son tratados con realismo. Esto hace que La verdad es un vaso vacío sea un sorprendente thriller psicológico en el que la resolución de la trama cobra tanta importancia como la rica atmósfera interna de los protagonistas y un elenco de sólidos secundarios. Y es que, en sí mismos, Teresa, Nadia y Ginés contienen multitudes.
Con un lenguaje directo salpicado de metáforas, el autor logra que el ritmo que se espera de un thriller sea compatible con una trama que se va desgranando poco a poco, haciendo crecer la tensión de forma tan reveladora como sorprendentemente contenida. La verdad es un vaso vacío va más lejos de la resolución de un caso policial que podría parecer poco relevante, demostrando al lector la necesidad, tan humana, de perseguir la verdad y de dar el origen del dolor emocional, aunque eso suponga desterrar trágicos secretos.
El autor
José Ramón Gómez Cabezas (Ciudad Real, 1971) es psicólogo y profesor de la UCLM. Combina su actividad profesional con el área literaria, colaborando en la mayoría de los festivales de género negro y policial de toda España como ponente o jurado. También es presidente de la Asociación de Amigos de la Literatura Policial (Novelpol). Ha sido finalista de varios premios literarios como el Alfonso el Magnánimo, el Ciudad de Santa Cruz o el Bellvei Negre, y en 2018 ganó el Premio La Orilla Negra dentro del festival Black Mountain Bossòst. En
la actualidad, imparte ponencias académicas en distintas universidades españolas sobre literatura y psicología en el género negro y desde 2020 se ha lanzado a coorganizar el Festival Mancha Negra en su localidad natal.