La joven de 30 años a la que un conductor imprudente atropelló hace un año en Ciudad Real, la tarde de Nochevieja de 2020, ha vuelto a casa hace un mes, viva, pero con graves secuelas cerebrales. La perspectiva de un juicio en el nuevo año, que todavía no tiene fecha pero cabe en lo previsible, no aplaca la angustia de la familia.
G.M., brillante doctora internacional en Ingeniería de Caminos, con tres acreditaciones Aneca en la carrera de docente e investigadora de la Universidad de Castilla-La Mancha, según explica el abogado Jesús Velascoín, que ejerce la acusación particular en el caso, está viva de milagro. Más bien por los buenísimos cuidados médicos, su propia fuerza y el apoyo de su familia en los once meses de un año más que terrible que ha pasado entre la UCI del Hospital General de Ciudad Real y el Instituto de Enfermedades Neurológicas de Guadalajara.
“Ha luchado muchísimo”
La superviviente del grave atropello “ha luchado muchísimo y ha colaborado con el centro especializado en daño cerebral con terapias de todo tipo, neurológicas, de fisioterapia, logopedia, psicológicas, etc”, explica Velascoín.
Le dieron el alta hospitalaria el pasado 26 de noviembre, “cuando los médicos han comprendido que no podían conseguir más mejoras de salud, aunque le han recomendado que siga con terapias específicas, para no perder capacidades recuperadas y que no empeoren las demás”, afirma el abogado, que elogia la profesionalidad de este centro de daño cerebral de la sanidad pública de Castilla-La Mancha.
La joven pasó dos meses en coma en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital de Ciudad Real, para desesperación de su familia, un mes más en planta y los nueve meses siguientes en el Instituto de Enfermedades Neurológicas de Guadalajara.
Paseaba por la acera de la Ronda de Calatrava
G.M., pendiente de la valoración forense definitiva (se ha retrasado por el largo proceso de recuperación) caminaba por la acera de la Ronda de Calatrava con su madre y su perrito, sobre las ocho de la tarde del 31 de diciembre del año pasado, cuando un conductor a toda velocidad (inapropiada para los 30 kilómetros hora permitidos en ese tramo), perdió el control del vehículo, circuló más de veinte metros por la acera, impactó contra una señal vertical, una farola y la barrera; golpeó a la joven, chocó con varios objetos y volcó en tonel.
El conductor, un joven de 20 años sin antecedentes, que iba con otros tres chavales, dio negativo en alcohol y drogas, según el atestado de la Policía Local, algo que el abogado de la familia no se explica. “Seguimos pendientes de diligencias que ha pedido tanto la fiscalía como nosotros. Cuando esté el informe forense el juzgado dictará el auto de apertura de juicio oral, no se sabe cuándo podrá ser”.
“Una conducta salvaje e incívica”
La familia se siente víctima “de una conducta salvaje e incívica”, que en su opinión no está penada lo suficiente en el Código Penal español. El homicidio imprudente en un accidente de tráfico se castiga con cuatro años de prisión como máximo, algo más si hay más de una víctima mortal. Cuando se trata de supervivientes con secuelas muy graves la pena más alta no es más de dos o tres años de prisión.
El conductor infractor, que circulaba con tres amigos más (ninguno sufrió heridas importantes), está libre, con la medida cautelar de retirada del permiso de conducir y pendiente del juicio.
El abogado espera que en la valoración forense de las secuelas de G.M. se tenga en cuenta el “brillantísimo” currículo de la lesionada, que antes de doctorarse en ingeniería fue premio extraordinario en los estudios de grado y máster, “esto es lo que debe servir de base comparativa con su estado”.
Otras víctimas de la delincuencia vial en Ciudad Real
Pocos meses antes de este atropello, la Audiencia Provincial condenó a tres años y nueve meses de cárcel a un conductor de Tomelloso (en ese caso hubo también omisión del deber de socorro) que arrolló a un repartidor de pizza y lo dejó parapléjico, Jesús Palacios, que contó su caso en una entrevista para Lanza en noviembre de 2020.
En este año 2022 que comienza está pendiente de juicio el caso más grave de accidente de circulación provocado por conductores temerarios, se trata del triple accidente mortal de Argamasilla de Alba, en junio de este año en una calle céntrica de la localidad. En ese caso el conductor iba bebido, drogado y a toda velocidad. Mató a tres jóvenes de 21, 20 y 16 años, conductor y ocupantes de un turismo en el que iban dos chicas más. En este caso el responsable si está en prisión preventiva, imputado por tres homicidios imprudentes y otros delitos.