Carmen, la viuda de Diego Flores, en su testimonio ha relatado que fue una ejecución planificada, pues, según ha dicho en el juicio, cuando viajaba con su marido el día 23 de junio de 2014 por la carretera A 43 a la altura de Torralba de Calatrava, empezaron a notar golpes en el vehículo en el que viajaban por alcance trasero, de tal modo que su marido le instó a que llamara a la policía, aunque no pudo hacerlo porque del vapuleo al vehículo se le cayó el móvil.
Una vez se incorporaron al acceso a Carrión de Calatrava desde la autovía siguió, según dijo entre lágrimas, la persecución y fue cuando ambos coches volvieron a chocar y el de los acusados se empotró contra un pino.
Seguidamente, Ramón, ha explicado la mujer, sacó de los pelos a su marido y junto a José lo apedrearon. Entonces, ella bajó de la furgoneta y le intentó ayudar pero no pudo, menos aún cuando Ramón sacó una escopeta y disparó «a sangre fría» en la cabeza a Diego dos veces ante la impotencia de la mujer.
«Yo les pedía por favor q lo dejaran pero no me hacían caso, incluso el cejas (José Cádiz) le dijo a Ramón que me pegara otro tiro a mí».
Después los vio irse corriendo a los tres hacia la autovía.