El juicio contra el joven de 32 años J.N.M. por un delito de agresión sexual a menor de 16 años, celebrado a puerta cerrada en la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Ciudad Real este lunes, ha quedado visto para sentencia con la confirmación de las posiciones de cada parte.
Por un lado, la Fiscalía y la acusación particular han mantenido los 10 y 12 años de prisión, respectivamente, en base a la ley ‘del solo sí es sí’, por considerar los hechos probados, mientras que la defensa ha solicitado la absolución, al entender que no ha quedado acreditada la presunta agresión cometida hace más de año y medio.
La fiscal ha insistido en la culpabilidad de J.N.M., en prisión provisional desde diciembre de 2021, tres meses después de que ocurrieran los hechos en la huerta de una localidad de la comarca de la capital, y ha considerado que el procesado agredió sexualmente a la víctima, entonces de 12 años, cuando ésta se encontraba en un estado semiinconsciente por haber consumido alcohol y marihuana.
Ha solicitado 10 años de condena entre rejas por supuestamente realizar tocamientos a la niña, además de otros actos, aprovechando la “situación extrema de vulnerabilidad” de ésta, tanto por su corta edad, como por su “nivel de desarrollo de las habilidades adaptativas limitado” en el momento de ocurrir, de noche, y con personas desconocidas, algunas familiares del acusado.
Situación de vulnerabilidad extrema
Por su parte, la acusación particular, ejercida por Concha Marín, del programa Revelas-m de la Junta de Comunidades, ha solicitado una condena de 12 años de prisión, por estar “una situación de vulnerabilidad extrema” por la ingesta de estupefacientes, un estado “que el acusado aprovechó”.
Marín ha visto “muy completa” y esclarecedora la prueba preconstituida -grabaciones de testigos y de la víctima- que se ha reproducido, en la que los hechos han quedado “corroborados”, así como el informe pericial ha sido “estupendo” y el relato de la niña “alucinante” en el mismo sentido.

Es veraz, según la letrada, por su consistencia y porque “entendemos que no hay enemistad con el agresor”, a quien “no conocía”, además de “darse los requisitos que la jurisprudencia establece”.
Respecto a los testigos, ha habido alguna variación respecto a las primeras declaraciones, ha dicho, como algunos familiares del acusado, o el amigo íntimo de la joven, a quien contó los hechos por teléfono entre llantos al día siguiente, y este lunes “no se acordaba mucho”.
Un punto de inflexión en el procedimiento es el diario donde la joven escribió los hechos y que su madre descubrió por casualidad debajo del colchón de su cama cuatro meses después de ocurrir, en diciembre de 2021, momento en el que presentó la denuncia ante la Guardia Civil.
Absolución
Por su parte, el abogado del acusado, Francisco Pérez, no ha dado credibilidad al relato plasmado en el diario de la joven, a su juicio, fruto de un estado de “ensoñación”, y ha pedido la absolución para su patrocinado. El letrado ha proclamado, en la lectura de su informe, la inocencia del procesado, ante la ausencia de pruebas “por medios objetivos” sobre su culpabilidad.
En su opinión, se han producido “lagunas” e “incongruencias” en el testimonio de la menor, así como ningún testigo han corroborado en el juicio que el agresor “pusiera la cabeza de la menor sobre sus piernas”. Por ello, ha invocado el principio de ‘in dubio pro reo’ -ante la duda por insuficiencia probatoria, favorecer al imputado- para su patrocinado.
En declaraciones a los medios, ha reiterado esta posición, acreditada, según ha dicho, por los testigos y las pruebas analizadas en la vista. El diario «es la única prueba subjetiva» que hay, y fue la que llevó a la madre de la víctima a activar el procedimiento judicial. «No hay pruebas objetivas en contra de mi cliente, ni restos biológicos nada», ha insistido.
Tras el juicio, el abogado ha mantenido un fugaz encuentro con su representado en los pasillos de la Audiencia, donde lo ha tranquilizado, “ya llevo 15 meses”, y le ha avanzado que en caso de sentencia desfavorable recurrirá en casación al Tribunal Supremo
Los hechos
Los hechos ocurrieron el 21 de agosto de 2021 cuando la víctima y dos amigos compraron una botella de whisky que bebieron entre los tres, así como también fumaron marihuana, lo que provocó en la víctima una ingente intoxicación etílica, según el escrito de acusación.
Más tarde, la menor y una amiga fueron hasta una huerta, una finca sin conexión eléctrica, propiedad de un cuñado de J.N.M., donde presuntamente éste cometió la agresión sexual y donde habría puesto la cabeza de la menor sobre sus piernas.