Los empresarios de las autoescuelas de la provincia exigen a la DGT que tome medidas para paliar los graves efectos de la huelga de examinadores de tráfico que empezó el 2 de junio y podría prolongarse hasta el 31 de julio, en los meses que se genera el 60% de su actividad. “Lo que está pasando es un desastre”, ha explicado esta mañana el presidente de la asociación provincial Justo Ruiz de la Hermosa.
Los dueños de autoescuelas – pymes y autónomos- han tenido que autorregularse por la falta de examinadores, ante la “pasividad”, dicen, de la administración. La carencia general de examinadores es más grave en provincias como Ciudad Real, que con siete centros de exámenes ha perdido a la mitad de su plantilla en dos años.
Una huelga de veinte días como la convocada por Asextra (Asociación de Examinadores de Tráfico), ya ha dejado 300 alumnos sin examen en los primeros cuatro días en la provincia, cifra que irá aumentando si estos profesionales no llegan a un acuerdo con la DGT.
Los paros están convocados los lunes, martes y miércoles de cada semana hasta el 31 de julio. Como agosto es inhábil y no está claro que en septiembre se normalice la situación, el colapso puede ser completo: personas que contaban con el permiso de conducir para conseguir un trabajo o desplazarse a la universidad no podrán obtenerlo, y las autoescuelas perderán negocio.
“Es un drama social, nuestro alumnos necesitan el permiso de conducir”, ha añadido De la Hermosa que ha dado una rueda de prensa en Ciudad Real, arropado por la directiva de la Asociación Provincial de Empresarios de Autoescuelas y el presidente de la federación empresarial Fecir, Carlos Marín.
“Nosotros somos las víctimas”
“Nuestros alumnos están pagando 90 euros por tasas de examen y la administración no les está dando el servicio. Nosotros somos las víctimas, queremos que la opinión pública lo conozca”, dice.
“Estamos en medio de un conflicto en el que no podemos intervenir, cuando somos los más perjudicados”, por eso exigen al Gobierno que tome medidas excepcionales o encuentre de alguna manera una solución, de lo contrario dejarán a muchos ciudadanos sin el derecho a obtener el carné de conducir, y abocan a muchas autoescuelas al cierre.
Los empresarios de autoescuelas de Ciudad Real (120 en la provincia) que ya protestaron en febrero no descartan medidas similares.
El teórico, en Ciudad Real
Otro consecuencia de la huelga de examinadore es que se están centralizando los exámenes teóricos en Ciudad Real, con el perjuicio añadido de obligar a adolescentes de 15 años (para el permiso de ciclomotor) a venir a la capital, “cuando ni siquiera hay combinación de autobús”.
En los primeros días de huelga (la semana pasada) la comarca más perjudicada ha sido la de Alcázar de San Juan. Unos setenta alumnos el lunes y los otros tantos el miércoles se quedaron sin examen, aunque tuvieron que presentarse. “Se está generando una lista de espera que tendremos que gestionar nosotros”, dice José Pedro Arteaga, vocal de la asociación provincial en la zona de Alcázar.
“Nos da igual el sistema”
Entre las medidas urgentes que las autoescuelas de la provincia proponen es que se permita hacer exámenes en agosto y que la DGT les dé una solución “cuando antes”, “nos da igual que el sistema sea público, privado, o militares, pero que a nuestros alumnos los examinen”.