Las mujeres que exhibieron la pancarta ‘Basta de perseguir a las trabajadoras sexuales’ en la manifestación del 25-N de Ciudad Real, convocada por la Plataforma Feminista, y que fueron abucheadas por el resto al grito ‘Prostitución, abolición’, defienden en un comunicado su derecho a manifestarse contra la violencia “hacia las mujeres que trabajan en el sexo”.
En un confuso texto que firman como ‘Individualidades’, explican que se unieron a la manifestación del lunes contra la violencia de género “para visibilizar una violencia dirigida a las mujeres que trabajan a través del sexo, ofreciendo su fuerza de trabajo desde su cuerpo, y no vendiendo su cuerpo porque el cuerpo no se vende”.
No apoyan a los puteros
Con ella querían “exigir que disminuya la violencia ejercida hacia las trabajadoras sexuales (jamás hablamos de regulación, de apoyo a puteros o proxenetas, ni expresiones u objetivos similares). Usamos nuestro derecho a manifestarnos, participando unidas y sororas en la lucha contra la violencia de género, sin otra intención que unir fuerzas con el resto de manifestantes y con un mensaje común: erradicar la violencia machista”.
Aseguran que lo hicieron encapuchadas porque “como nos mostró la experiencia, temíamos ser increpadas o agredidas por defender una postura que no es la mayoritaria”.