El borrador de la nueva Ordenanza de Contaminación Acústica contempla que las mediciones incluyan las bajas frecuencias, que “también son molestas”, y los componentes tonales e impulsivos, comentó la concejal de Sostenibilidad y Agenda 2030, Marina Boadella, que indicó que se apuesta de esta manera por una medición “más ajustada a lo que realmente el vecino oye, porque quizás no escucha la música a alta frecuencia pero sí un ruido de baja frecuencia muy molesto que el sonómetro hoy en día no lo detecta”.
“Estamos afinando más respecto a la realidad de lo que sufre el vecino que tiene cerca una actividad” que puede generarle molestias, apreció la edil, que explicó el contenido del borrador de esta ordenanza en la que también se habla de “valores mínimos de aislamiento, vestíbulos acústicos y de cómo tienen que ser los limitadores de los locales de ocio”.
Boadella llevó este borrador el lunes a la reunión del Consejo Local de Sostenibilidad para el análisis de este documento que está a disposición de los Grupos Municipales, con el propósito de su revisión dentro de un mes para la tramitación de una ordenanza que, reconoció, es “muy técnica y tendrá difícil consenso” pero no por eso hay que dejar de intentarlo.
“Hemos venido a trabajar también en los temas complicados como éste, por lo que hay que intentarlo y hacer que este borrador vea la luz”, expuso la concejal, que indicó que se está reuniendo con vecinos y hosteleros para lograr que esta ordenanza “sea útil, aplicable y una herramienta que haga compatibles el ocio y la actividad económica y empresarial de la ciudad con el descanso de los vecinos”.
Así mismo, establece limitaciones horarias a actividades molestas como obras, limpieza y recogida de vidrio, y, respecto al régimen sancionador, se diferencia entre actividades comerciales, industriales y de servicios, entre vehículos a motor y ciclomotores, y entre actividades vecinales o de particulares, destacó Boadella, que señaló que la Ordenanza introduce la zonificación del territorio en áreas acústicas, para lo que, gracias a la estrategia Edusi, se está elaborando el mapa de ruidos de Ciudad Real.
A este respecto, indicó que ya se han terminado todas las mediciones y la empresa externa que lo lleva a cabo está analizando los datos, con lo que confía en que a principios de 2020 estén disponibles los resultados.
En relación con el equipamiento para controlar los niveles de ruido y aislamiento, la Junta de Gobierno Local aprobó este lunes la adquisición de una fuente sonora y una máquina de impactos.