Las mujeres de Ciudad Real han tenido una visión más negativa en la percepción del impacto de la Covid-19 en su entorno, sobre todo en la atención sanitaria y en su economía personal.
Así lo recoge el estudio ‘Impacto Covid-19 en el municipio de Ciudad Real. Mirada desde el género’, impulsado a finales de 2020 por el Ayuntamiento capitalino y Multiángulo, con el objetivo de radiografiar la influencia del coronavirus en la vida social y comunitaria de los vecinos de Ciudad Real y sus pedanías.
La muestra, propuesto por el Consejo Local de la Mujer, se desarrolló en plena tercera ola desde una perspectiva de género y contó con una participación de más de 1.200 personas, el 70% mujeres (864), y el 30% de hombres (378).
Los participantes fueron preguntados sobre los efectos de la pandemia en el empleo, la sanidad, la brecha digital, el acceso a los recursos, el deporte o la cultura, y sus respuestas determinarán “las actuaciones municipales y frente a los riesgos en la vida cotidiana y comunitaria”, ha señalado esta mañana en la presentación de las conclusiones Ana Belén Chacón, concejala de Igualdad.
Ha destacado “cómo esta crisis de la pandemia no ha afectado a todas las personas por igual”, dado que “tendrá un impacto negativo más significativo en quienes presentaban ya antes una situación de mayor vulnerabilidad: personas con trabajos precarios o sin empleo, personas sin hogar, personas con discapacidad o enfermedades crónicas, personas mayores, o personas migradas”.
El estudio ha tenido una óptica multidimensional y ofrece un análisis de cómo ha impactado el coronavirus “de manera diferente en mujeres que en hombres”, tanto en términos de prevalencia, como de bienestar emocional, efectos económicos, relaciones familiares, cuidados, empleo, vulnerabilidad, brecha digital y hábitos cotidianos.
En la esfera personal, ha señalado la edil, dos de cada tres personas “han tenido mayor resentimiento en el estado anímico y en las relaciones sociofamiliares”.
En las tareas cotidianas han prevalecido tres actividades, como son realizar tareas en el hogar, conectarse a las redes y trabajar. En este caso, se percibe brecha de género pues el 8,7% de las mujeres dedicaron tiempo a ayudar a sus hijos en las tareas educativas, frente al 19,1% de los hombres.
También existe asimetría digital, sobre todo las mujeres a partir de los 65 años y con estudios básicos al sufrir “más desventajas” a la hora de manejar dispositivos digitales.
En la salud, las mujeres han percibido una evolución más negativa que los hombres, una impresión que se agrava si se trata de mujeres con alguna discapacidad, que viven solas, las de las pedanías o las migrantes se agrava. En el 26,1% de los hogares, alguno de sus miembros tuvieron que estar en confinamiento ante sospechas de tener la infección.
En el caso del desempleo femenino creció en 2020 un 6% en Ciudad Real, así como los hombres han teletrabajado más que las mujeres, el 17,5% frente al 11,4%, lo que puede ser un reflejo que marca que las mujeres trabajan más en el sector servicios y cuidados que necesitan una mayor presencialidad.
En este contexto, el 30,5% de los hogares “teme quedarse sin ahorros para imprevistos” y el 24,5% de sus convivientes “están preocupados por no poder llegar a fin de mes”.
Buen nivel de respuesta de los participantes
Por su parte, Alberto Hervás, de Multiángulo, ha destacado buen nivel de respuesta de los participantes, con un nivel de precisión del 2,7%, a tenor de las “muchas ganas de hablar” por el largo periodo del estado de alerta.
Ha destacado que la población que contestó al cuestionario afirmó “sentirse razonablemente bien” en términos generales, aunque yendo al ámbito más emocional, referido al estado anímico y las relaciones sociofamilares “la cuarta parte” declaró que estaba “un poco mal o muy mal” sin diferencia en cuanto a sexos.
Declaran tener menos desgaste en la salud y la convivencia, sin embargo las mujeres hacen una lectura más negativa sobre la influencia de la pandemia en la salud que los varones. Más del 25% dice que ha empeorado en el último año, al igual que en un 16% señalan que su convivencia se ha deteriorado en contexto pandémico.