La Hermandad de la Virgen del Prado, el grupo religioso más antiguo de Ciudad Real, con más de cuatrocientos años de historia, ha acabado este 15 de agosto con un anacronismo histórico: permitir que las mujeres ingresen como hermanas.
“Ha costado mucho llegar aquí”, reconoce emocionada Paqui Moyano, una de las cincuenta primeras hermanas de la patrona de Ciudad Real que ha recibido esta tarde la medalla que la acredita como hermana de pleno derecho de la Virgen.
Natural de Cabeza del Buey (Badajoz), aunque afincada en Ciudad Real desde hace casi cuarenta años, Moyano es la madre de Javier Moyano, uno de los hombres de la actual junta directiva de la Virgen del Prado que han abogado por incorporar a la mujer. “Siempre me chocó que las mujeres no pudiéramos pertenecer a esta hermandad y ha costado muchísimo cambiar los estatutos, porque está era una hermandad de hombres, pero al final estamos aquí”, explica.
Talaverana devota de la Virgen del Prado
El trabajo trajo hace cinco años hasta Ciudad Real a Graci, talaverana de nacimiento pero “culiparda de corazón”, que ha ingresado este 15 de agosto en la hermandad. “Conocí a la Virgen del Prado dando un paseo por el centro, me enamoró, y aquí estoy”.
Mascarillas con las ráfagas de la Virgen
Con una de las mascarillas especiales encargadas para los tiempos por las nuevas hermanas, a Graci se la ha visto muy emocionada por el paso que ha dado esta tarde en la catedral. “Hoy se cumple un sueño de muchas mujeres de Ciudad Real. Es el momento de que cualquier persona pueda pertenecer a una hermandad religiosa independientemente de su sexo u otra condición, a mí lo que no entraran mujeres me pareció del paleolítico”, reconoce.
Otra batalla por la igualdad
Esta hermana considera su ingreso “una batalla ganada por la igualdad”, “que ha costado mucho trabajo, mucho sufrimiento, y para el que hemos contado con la ayuda de muchos hombres”.
El coronavirus, que ha impedido celebrar la procesión de la Virgen del Prado en este extraño día de la Asunción con mascarillas, termómetros y control de aforo a la catedral, ha dejado un sabor agridulce. “Estamos muy ilusionadas desde hace meses con que llegara este día, pero la pandemia ha hecho que las circunstancias sean distintas”, añade Graci.
Los estatutos de la Hermandad de la Virgen del Prado permiten desde febrero el ingreso de las mujeres como hermanas, los tres meses de confinamiento han ralentizado el proceso. Con 1.300 hermanos, para solicitar el ingreso hay que rellenar un formulario, presentarlo en la hermandad (con personas que te apadrinen) y después conseguir el visto bueno de la directiva.
Francisco Pajarón, “encantado”
Francisco Pajarón, el presidente bajo cuyo mandato se ha permitido la incorporación de las mujeres, asegura que está “encantado” con el cambio. “Era algo que tenía en mente la junta directiva que presido a través de muchas peticiones; es una pena que haya sido en estas fechas, no ha habido la libertad suficiente para que ingresarán muchas más de cincuenta”, afirma.
Pajarón considera que “la compañía de la mujer es imprescindible en todas partes, y en este caso adorna a la hermandad y a la Virgen”.
15 de agosto sin procesión
El presidente de la Hermandad de la Virgen del Prado, que se despide en octubre del cargo, reconoce que este 15 de agosto, día grande de Ciudad Real, el sentimiento de alegría se empaña por el hecho de que la Virgen no haya podido salir en procesión. “Lo que podía ser un día completo queda oscuro porque la Virgen no puede visitar su pueblo”.
Como “siempre”, dice, el presidente de la Hermandad de la Virgen del Prado ha pedido “por el trabajo de los hombres de la Iglesia, por los enfermos y por las vocaciones sacerdotales. Nos escuchará la Virgen y saldremos de esta”.
Además de las nuevas hermanas y hermanos de la Virgen del Prado este sábado día de la Asunción de la Virgen han recibido un pin por los veinticinco y cincuenta años como miembros de la Hermandad de la Virgen del Prado muchos hermanos, entre ellos el exalcalde Francisco Gil-Ortega (veinticinco).