A la entrada hay unos jóvenes que guardan en fila la distancia de seguridad, varias cintas y carteles delimitan la salida de personas, y un conserje toma la temperatura antes de pasar por una alfombra con desinfectante y echarse gel hidroalcohólico frente al coronavirus.
La vuelta a las clases presenciales en los institutos de la provincia de Ciudad Real ha estado marcada por las restricciones y la reducción a mínimos de los riesgos de contagio frente al coronavirus. Alumnos de Bachillerato que tienen pendiente la de cara a la Evaluación para el Acceso a la Universidad (EvAU) o de educación a distancia han pasado estos días por las aulas.
Un total de 76 centros educativos de la provincia de Ciudad Real han reabierto parcialmente sus infraestructuras para atender la demanda presencial de alumnos de Bachillerato, ciclos formativos y de otros cursos terminales.
Son institutos, escuelas de arte y centros de adultos que están atendiendo actividades de refuerzo o tutorías y que en tiempos de pandemia han tenido que diseñar e implantar protocolos de seguridad y medidas sanitarias, en base a la normativa de la consejería de Educación, Cultura y Deporte.
La vuelta en el instituto Maestro Juan de Ávila
El trasiego ha vuelto al instituto público Maestro Juan de Ávila de Ciudad Real. Prado Alba Paredes explica que entre el lunes y el miércoles de esta semana los más de 200 alumnos adultos de educación a distancia han realizado los exámenes de forma presencial, según las directrices marcadas por el Gobierno de España.
Además, los alumnos que tienen pendiente la prueba de acceso a la universidad han recibido clases de apoyo, incluidos los que acudirán a la convocatoria extraordinaria el 18 y el 19 de junio. El resto ya han acabado las clases y la EvAU será los días 6, 7 y 8 de julio.
En estos días, el instituto, que mantiene las clases online para los alumnos con asignaturas suspensas, también recibe a los jóvenes de cuarto de Educación Secundaria que acuden a por sus orlas y a los que tienen que presentar la solicitud para la prueba de acceso a la universidad.
En total, el instituto Maestro Juan de Ávila tiene alrededor de 900 alumnos: existen cinco grupos para cada curso de ESO y cuatro para los dos de Bachillerato. La mayoría del alumnado procede de Ciudad Real, aunque también hay de Carrión y de Torralba de Calatrava.
Las asignaturas de ciencias reúnen la mayoría de clases presenciales
Matemáticas, física y química han sido las asignaturas más solicitadas por los alumnos para recibir clases de apoyo. Prado Alba Paredes reconoce que “son las asignaturas más difíciles” y también las que más necesitan más el “cara a cara” por su carácter práctico de cara a la resolución de dudas. Todos los días hay alguna clase.
En la “nueva normalidad” las clases son para un máximo de diez alumnos y los pupitres están separados a más de un metro y medio de distancia. Todos los alumnos llevan mascarilla y las aulas elegidas para dar las clases son las más próximas a la entrada. Cada vez que sale un grupo se procede a la desinfección. Además, el alumnado siempre va a la misma clase, no existe rotación.
“Incertidumbre” entre los estudiantes que irán a la selectividad
Clara Sánchez, del grupo D del Bachillerato tecnológico del Juan de Ávila, es una de las nueve alumnas que han acudido este viernes a la clase de matemáticas de la profesora Elena Gajate. Queda menos de un mes para la EVAu y reconoce que está nerviosa, “porque son muchos exámenes seguidos y sobre todo el curso”.
La falta de clases presenciales ha generado “incertidumbre”, sobre todo entre el alumnado que concurrirá a la prueba previa a la universidad. “Está en juego nuestro futuro”, comenta Clara, que va a preguntar hoy una duda sobre el cálculo de la matriz inversa.
El contacto con la profesora ha sido “continuo” durante todo el confinamiento. Clara explica que “se ha preocupado todos los días de darnos clases online y si teníamos dudas podíamos contactar con ella”. También han utilizado la plataforma Papás para recibir ejercicios.
Volver a clase después del confinamiento ha sido “raro”, y más con la mascarilla, los circuitos de entrada y el distanciamiento de seguridad, cuando estaban acostumbrados a tener “más contacto físico”. “Nos tendremos que acostumbrar porque es la nueva normalidad”, concluye Clara.
Matrícula de honor en pleno confinamiento
En la clase también está Iván de la Fuente, otro de los alumnos de segundo de Bachillerato, y uno de los mejores de la clase. En pleno confinamiento Iván ha sido capaz de conseguir “matrícula de honor”. Reconoce que no sabe ni cómo lo ha conseguido, aunque confiesa que las dos primeras evaluaciones han influido mucho en la nota final.
Si hubiera ido a clase, Iván admite que probablemente habría estudiado más, pero destaca que ha tenido que trabajar a diario. También ha tenido que lidiar con los problemas técnicos de las plataformas, aunque al final, como el resto de los alumnos, se ha adaptado. De momento no está nervioso por la EvAU. “Creo que debería, para ponerme las pilas, aunque creo que, si trabajo, al final se me dará bien”, confiesa.
Iván, que va a preguntar una duda de geometría, reconoce que le ha “impactado” al llegar al instituto que le midieran la temperatura. De hecho, dice que si da fiebre no sabe lo que va a pasar. En todo este tiempo, ha mantenido contacto con sus compañeros a través de videollamadas y juegos online.
La “nueva normalidad” en el colegio San José
El colegio San José de Ciudad Real es otro de los centros que, tras la llegada de la fase 2 de las cuatro de desescalada del coronavirus, ha comenzado a recibir a alumnos de segundo de Bachillerato, de cara a la EvAU.
Jesús Alfonso Martín, el director del centro, que imparte enseñanzas de todos los niveles de Infantil, Primaria y Enseñanzas Medias, señala que en los últimos días “no han sido muchos los alumnos que han solicitado venir para resolver dudas puntuales”, aunque las instalaciones se han adaptado a estas necesidades.
Han habilitado las entradas, y salidas y accesos como escaleras, con señalizaciones e indicaciones sobre las medidas a preservar, siempre siguiendo la instrucción que periódicamente emite la Consejería.
En concreto, han preparado dos clases, detalla Martín, para recibir a los alumnos y sus profesores “en condiciones de seguridad, autoprotección y guardando la distancia interpersonal de al menos dos metros”. Están organizadas las visitas “con un número determinado de alumnos y las mesas separadas”, explica.
También han señalizado los itinerarios de entrada y salida y han instalado dosificadores de geles hidroalcohólicos, así como desinfectan las aulas al inicio y final de cada encuentro docente.
De la cara a la entrada de la provincia de Ciudad Real a la fase 3, desde el próximo lunes, “podría cambiar la instrucción, no lo sabemos”, aunque el docente estima que habrá pocos cambios porque el curso está a pocas semanas de acabar, pues “no se ha modificado el calendario escolar”.
Entrega de las notas de forma telemática
El director del Colegio San José Martín destaca el alto nivel en la adaptación a la enseñanza digital en el centro, tanto por parte del profesorado como del alumnado. “Se las arreglan muy bien de manera telemática”, sostiene.
Es gracias a al proyecto digital y las plataformas educativas con las que llevan trabajando varios cursos y que agilizan el establecimiento de horarios, y los contactos con los profesores, de manera colectiva, incluso individual.
Así, las conexiones y las clases que obligatoriamente se han tenido que impartir vía internet a lo largo del confinamiento han resultado más fáciles en el caso de esa comunidad educativa.
El sistema telemático también ha sido la base sobre la que los docentes han realizado el proceso de evaluación, y la entrega de notas en todos los niveles. Según Martín, incluso han utilizado la videollamada con padres y familias que lo han solicitado, y “se ha hecho de manera personalizada para resolver dudas o intercambiar comentarios sobre los alumnos y su evolución escolar”.