El tormentón con el que se despidió la ‘gota fría’ que el martes ‘bombardeó’ Ciudad Real y deja un aluvión de daños, ha provocado un nuevo desaguisado en la urbanización La Pradera, un bloque de viviendas de protección oficial en el que “goteras como cataratas”, son frecuentes.
El portal 8 de los catorce que tiene la urbanización, en la calle Gregorio Marañón, se suele llevar los problemas “en cuanto caen cuatro gotas, no es necesario que sean tormentas excepcionales como la de ayer, tenemos goteras, chorreras e inundaciones”, explica el presidente de la comunidad de vecinos Jesús Israel Sánchez, que denuncia “los problemas estructurales” de un edificio que no tiene más de diez años.
“Se nos agota la paciencia”
Los inquilinos, la mayoría propietarios, llegaron a poner un pleito a la empresa pública de gestión de la vivienda de Castilla-La Mancha, Gicaman, que ganaron en 2017. “Ese texto obligaba a la empresa a hacer arreglos, y empezaron a hacerlos, pero ya cuando casi se les pasa el plazo, y se nos está agotando la paciencia”.
Según Sánchez han tenido 30 problemas “gordos” de goteras. Los seguros llegan, reparan, arreglan, “pero el problema sigue porque el edificio no está bien construido”, sostiene.
En la tormenta de septiembre del año pasado les volvió a pasar, y ayer otra vez. “Queremos que nos den un solución definitiva”, remata.