Este viernes se daba a conocer el lugar y la hora donde se disputará la final del Trofeo JCCM de fútbol sala femenino, que enfrentará a Chiloeches y Almagro FSF; y de nuevo, quienes toman decisiones lo hacen sin contar con los implicados.
A priori, la final del Trofeo JCCM debe disputarse en un pabellón neutral, teniendo en cuenta la situación geográfica de los equipos y buscando el acomodo dentro del calendario de los dos adversarios.
Total, que Almagro FSF que ejercerá de equipo local en la final, tendrá que viajar a Chiloeches para medirse a Chiloeches; una lógica aplastante, que ha pillado por sorpresa a propios y extraños y que no ha tardado en encontrar reacción por parte del equipo encajero que ya ha pedido explicaciones para que se busque una situación intermedia.
Así, la final está prevista que se juegue el próximo miércoles 4 de diciembre a las 19:00 de la tarde con un solo equipo teniendo que desplazarse a 250 kilómetros.
Dada la situación laboral de la mayoría de jugadoras de Almagro FSF y el poco tacto en la organización de la final por parte de la FFCM, no sería extraño que se produjesen dos situaciones: que no se desplace el equipo o que si lo hace, concurra recurriendo al filial.
Ahora, la decisión de aplazar o buscar una sede neutral está en el tejado de la Federación que debería responder en las próximas horas, para que los equipos sepan si se juega o si se prefiere perder la posibilidad de ver una final igualada.
Misma final que en 2023
El duelo entre el Almagro FSF y el Chiloeches rememora la final de la pasada temporada, en la que acabó imponiéndose el equipo alcarreño.
El año anterior el partido se disputó en el Manzanares Arenas. Una campaña antes, los tuechas jugaron la final contra Salesianos en Toledo, llevándose también el título de campeonas en una final apretadísima.
Veremos si los vibrantes partidos para dirimir quien se proclama campeonas este año no se empaña por la gestión que se ha hecho en su organización.
