«Su presencia en nuestras aulas es ya un premio para todos nosotros: la suya, y la de tantas otras mujeres, hoy ya mayores, que no tuvieron oportunidad de estudiar en su juventud y que ahora se agarran al lápiz con fuerza y entusiasmo, aunque les vaya temblando el pulso», señala el Centro de Educación para Adultos en un comunicado.
Tras vivir una infancia dura por la pérdida demasiado temprana de su madre, Loli tuvo que trabajar sin haber tenido tiempo de formarse en la escuela, sin saber leer y escribir porque «sólo había tiempo para trabajar».

Más tarde tuvo sacar adelante con tremendo sacrificio a sus dos hijos. En aquella época, recuerda la nota del CEPA, era muy difícil ser una mujer separada, «y ni la sociedad ni las leyes arropaban como era necesario estos casos en los que el abandono del hogar por parte del padre siempre acababa en una condena general a la madre».
Pasados muchos años, Loli encontró en el Centro de Adultos Antonio Gala un lugar «donde sus necesidades eran lo primero, donde ya no le tocaba trabajar para ayudar a los demás, sino que había profesores dispuestos a trabajar para ayudarla a ella».
Dolores López lleva años acudiendo a los cursos de enseñanzas iniciales, aprendiendo, como ella dice, «a leer, contar y escribir bien”. Uno de sus mayores logros fue formar parte de los programas de «Capacitación Digital» del centro.
En febrero de 2022, un grupo de 10 alumnos adultos, acompañados por dos profesoras, realizaron un periodo de observación en el norte de Italia (en las ciudades de Alessandria, Milán y Génova).

Loli, efectivamente, se fue de «Erasmus». Y lo hizo rodeada de otros nueve compañeros, alumnos del centro, de diversas enseñanzas y con muy distintos perfiles personales, académicos y profesionales.
Ella, que subió al autobús «con la humildad que la caracteriza, deseando aprender y empaparse de experiencias, según nos cuentan sus compañeros Erasmus, fue la que les enseñó a ellos, durante este periodo de convivencia europea, las lecciones de fuerza, optimismo y entusiasmo más importantes del viaje».
Y es que Loli es, sobre todo, «una excelente compañera de viaje en este trayecto que es el aprendizaje permanente, a lo largo de toda la vida».