Juan Manuel (Pepe) Lomas, el conocido librero jubilado de Ciudad Real que mató al intruso que se coló en su finca de La Atalaya, la madrugada del 1 de agosto de 2021, ha empezado a declarar en el juicio que se celebra con jurado en la Audiencia Provincial de Ciudad Real, en el que podría ser condenado por homicidio u asesinato.
El octogenario, que está en libertad provisional desde mayo de 2022, ha llegado solo y sereno a la Audiencia, poco antes que su abogado, Juan Manuel Lumbreras Ruiz, sobre las nueve y cuarto, y se ha parado un momento con los medios en la puerta. Asegura que estaba harto de que se colaran en su finca Valdelobos del parque forestal de La Atalaya, en la que se fue a vivir antes de jubilarse.
También ha contado que llegó a pensar que había un plan orquestado para que se fuera de allí y esa casa se quedara libre. Y que vio un día antes al intruso al que luego disparó, Nelson David Ramírez, en su casa (se había colado supuestamente), y lo echó «con malos modos».
Los hechos que se juzgan en la Audiencia
Lomas, propietario de la histórica librería Aspas de la plaza Mayor de Ciudad Real, ya desaparecida, vivía y vive solo en la finca Valdelobos del parque forestal de la La Atalaya desde su jubilación, en una casa de campo más apartada que otras de la zona. La noche de la Pandorga de 2021, sobre las dos de la madrugada, escuchó un ruido en su parcela que lo sobresaltó, pensó que le estaban robando, y echó mano de una de las armas que tenía cerca, una escopeta paralela del calibre doce.
Al salir de la casa vio al intruso con una motosierra de su propiedad, apagada, en la mano, y se acercó a él apuntándole al parecer sin que la víctima notara su presencia, cuanto estuvo a cinco metros le disparó un tiro mortal que le dio en el tórax y un segundo un poco más cerca, por los que Nelson murió en el acto.
Entró de nuevo a cargar la escopeta
El jubilado volvió a entrar en su habitación, cargó la escopeta con dos cartuchos más, y disparó de nuevo en la misma dirección, “al aire”, dijo en la diligencia de reconstrucción del crimen.
Después de esto avisó a la Policía Nacional en una célebre llamada al 091, que se filtró a la prensa, en la que informaba de que creía haber matado a una persona que se había metido en su corral, pero no estaba seguro de que estuviera vivo o muerto.
La fiscalía pide doce años y medio de cárcel por homicidio para el octogenario y veinticinco años por asesinato la acusación particular, que ejerce la familia del muerto, Nelson David Ramírez, de 35 años. La defensa solicita la libre absolución porque dice que Lomas actuó en legítima defensa bajo un miedo insuperable.