Llevaba cuatro o cinco años diciendo que iba a llegar al siglo de vida. “Se ha empeñado y lo ha cumplido”, aseguran sus sobrinas Paqui y Eloísa, que estiman que el secreto para llegar a los cien años ha debido ser “comer bien y el buen humor” de su tía, Rosario Oliver, a quien también le gusta cantar y “le encanta escuchar la radio”. Pese a que no oye muy bien, “se pone en el oído su cacharrillo” y se entera de lo que ‘dicen’ en la radio, de manera que está “al tanto” de todo y te habla de su preocupación por el paro, porque “no tenemos agua” e incluso por “las manadas que salen ahora y cogen a las chicas”.
La quinta de diecinueve hermanos, Rosario Oliver vivía hasta poco antes de trasladarse a la Ciudad de Matrimonios Ancianos con su otra hermana soltera en la calle Atalaya del barrio de Pío XII. Bordadoras y “extraordinarias” cocineras, “vivieron juntas muchos años y se han cuidado”, comentaron sus sobrinas, que destacan el buen carácter de su tía, a la que le compraron en ‘Ca Casicas’, de Miguelturra, una riquísima tarta sobre la que pusieron velas con la forma del número 100.
Las sopló con alegría y determinación Rosario, acompañada de la directora general de Mayores de la Consejería de Bienestar Social, Alba Rodríguez; la delegada provincial, Manoli González, y la directora de la Ciudad de Matrimonios Ancianos, Isabel Quintanilla, así como de sus compañeros y los trabajadores de la residencia.
También la alcaldesa, Pilar Zamora, acudió a felicitar a Rosario en una fiesta de cumpleaños a la que no faltó Ramón Rivas Sánchez, voluntario de Cáritas, que desde hace unos ocho meses acude a acompañarla. Rosario es “estupenda, una mujer muy dulce y sensible”, y en estos meses “nos hemos hecho adoptivos. Yo soy su hijo adoptivo y ella mi madre adoptiva”.
“Sobre todo los martes la bajo a misa, damos un paseo, rezamos a veces el rosario, me cuenta su vida y me dice cómo su madre”, que falleció con 89 años, se sorprendería porque haya alcanzado los cien años ya que fue “una joven muy delicada de salud”.
“Como los juncos, se ha enderezado” y mostrado una fortaleza centenaria Rosario, a quien sus sobrinas también regalaron una colonia, su preferida, de Carolina Herrera, que “siempre le ha encantado y se la echaba a litros”.
La residencia le obsequió con un ramo de flores y Rodríguez le entregó un monedero, así como una manta de regalo, que estrenó ipso facto, junto a una carta felicitándola del presidente del Gobierno de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, quien en la misiva le desea que pase “un feliz día en compañía de tus familiares, compañeros y personal de la Residencia Nuestra Señora del Carmen. Cumplir años siempre es un motivo de satisfacción y me alegra que puedas hacerlo en compañía de personas que se preocupan por ti en esta residencia de mayores, procurando que esta etapa de tu vida se vea rodeada de las atenciones y respeto que merecen tus años, después de tanto esfuerzo y sacrificio para construir entre todos un país mejor”.
Dos grandes cestas de caramelos llevó la alcaldesa a la fiesta de cumpleaños, en la que los usuarios y trabajadores de la residencia brindaron con sidra en honor de Rosario y con el deseo compartido de ‘Qué lleguemos todos”, como poco, al siglo de vida.