El estado de alarma ha cambiado los hábitos de vida de los vecinos de Ciudad Real y también de muchos negocios, como es el caso de los establecimientos de comida para llevar. Aunque el Gobierno de España decretó el cierre de los establecimientos hosteleros, tales como bares y restaurantes, las cocinas de algunos de éstos continúan abiertas para prestar un servicio que en estos días puede resultar esencial para muchos, sobre todo para las personas mayores.
El decreto de estado de alarma prohíbe la apertura de otro tipo de negocios, lo que ha hecho que la actividad de los establecimientos de comida para llevar haya descendido, a lo que se suma la «prohibición» de circular libremente por la calle. Esta situación ha llevado a muchos de estos locales a «adaptarse» y a cambiar su rutina.
La gran mayoría de este tipo de establecimientos funcionaba repartiendo «mano a mano» los menús de día a los clientes que iban a por él. Sin embargo, ahora muchos de ellos han apostado por ofrecer el servicio a domicilio, aunque reconocen que «no está funcionando muy bien».
Es el caso de ‘El Manjar’ en la calle de La Mata de Ciudad Real, donde su dueño, Bernabé Parente, ha optado por ofrecer el servicio a domicilio desde el lunes, cosa que no hacían antes. «Hay que pensar cosas nuevas y soluciones para afrontar esta situación», reconoció a Lanza, lamentando que «de momento, esta novedad no ha tenido mucho éxito».

«Hemos pasado de dar unas 70 comidas en un día normal a 15 que dimos ayer», a lo que se sumó cinco servicios de comida a domicilio, apuntó Parente, al tiempo que añadió que, «normalmente», sus clientes son oficinistas o funcionarios «que llegan a las tres a sus casas y no les apetece ponerse a cocinar». Por ello, al estar cerrados este tipo de negocios o al teletrabajar desde sus casas, ha bajado bastante la clientela.
Lo mismo le ocurre a Laura Blanco, dueña del Asador ‘Las Delicias’ de la calle Libertad, que también ha innovado incorporando el servicio a domicilio, pero no acaba de llegar a sus clientes habituales. «Solo estamos haciendo dos o tres pedidos a domicilio diarios y otros cinco o seis menús que están viniendo a recoger», señaló. Un descenso de clientes que ha propiciado que haya prescindido de las dos chicas que trabajaban con ella. «Con lo poco que tenemos puedo hacerlo yo sola», reconoció, al tiempo que añadió que «no cierro porque tengo a dos hijas que mantener».

Laura Blanco ha pasado en estos días de marchar unos 60 ó 70 menús diarios a los diez, «o ni siquiera», de estos días.
Otro ejemplo es el Asador Don Quijote, en la calle Luz de Ciudad Real, el cual ya tenía «bien implantado» el servicio a domicilio, pero que también ha notado un descenso en las ventas. «Antes, a lo mejor, preparábamos comidas para varias personas, sobre todo si eran eventos, pero ahora estamos preparando para una o dos como mucho», señaló la dueña del asador, Macarena Calvente.

«Nosotras teníamos ya implantado el servicio a domicilio, pero hemos notado un descenso en él», a lo que se suma «una bajada de clientes que vienen a recoger las comidas», reconoció, lo que ha hecho que se tengan que «apretar el cinturón». No obstante, Calvente indicó que «están haciendo un servicio casi esencial», dado que muchas personas a las que le están llevando la comida son personas mayores que, en muchas ocasiones, viven en bloques sin ascensor, por lo que les facilita la vida a estas personas y más durante estos días, que el estado de alarma impide salir a la calle a los ciudadanos.
Cierre de franquicias
El decreto de estado de alarma también ha propiciado que muchos otros locales de comida a domicilio hayan echado el cierre mientras éste dure. Telepizza, Dominos Pizza, Pizzería Carlos, así como los restaurantes asiáticos, y otros establecimientos de comida rápida y a domicilio han echado el cierre, por lo que la oferta gastronómica ha domicilio ha bajado estrepitosamente en Ciudad Real, sobre todo por las noches.