Potenciar la creatividad y socialización a través de tableros de números y letras, espacios a rellenar o imágenes es el objetivo del curso de gamificación y aprendizaje basado en juegos (ABJ) que está mañana han recibido una decena de profesoras en la tienda Júpiter de la capital ciudarrealeña.
El resto es que los docentes pongan en práctica el aprendizaje en el ámbito educativo a través de la mecánica de los juegos de mesa que, además de entretener, ayudan a desarrollar habilidades cognitivas, psicomotoras o afectivas.

Así lo ha explicado María Herencia, la educadora social trabajadora de Júpiter que lleva cuatro años impulsando este tipo de aprendizaje con sus propias hijas. “Cuando practicamos, aprendemos”, y los juegos son la herramienta ideal para conseguir mejores resultados en los niños y adolescentes (también están dirigidos a adultos), a la hora de absorber los conocimientos de manera más óptima o para mejorar distintas destrezas.
Más allá de los populares y conocidos juegos del parchís y la oca, hay otros juegos con una gran versatilidad que están siendo adaptados a las aulas por parte de profesores, maestros y educadores como soporte de un aprendizaje más participativo.
Esta experiencia es la que Herencia ha pautado hoy entre las participantes, para su aplicación en clase y también entre los miembros de la familia en casa. Algunos potencian más las competencias lingüísticas, como la expresión verbal, la escritura y la imaginación, y otros agilizan la mente con operaciones básicas de matemáticas.
Entre los más vendidos están el Código Secreto 13+ 4, pata trabajar la combinación de números para hallar un código en una investigación; Bichos, para estimular la memoria y atención visual; Master Kid, para desarrollar la coordinación; Castillo del terror, para desarrollar la estrategia, Slapzi, juego de cartas en pareja, o el conocido Dixit, para estimular las narraciones inventadas a partir de una imagen.
Respeto el impacto de las redes sociales, cada vez más presentes en los aprendizajes infantiles, la convivencia entre ambos modelos, según Herencia, puede ser enriquecedora, con una buena elección de los juegos en cada formato -el Minecraft, para colocar bloques y vivir aventuras, está en analógico como digital- y los límites de los padres en el tiempo de uso de cada juego.

Versatilidad de los juegos
En este sentido, Silvia de Nova, directora de la tienda, que también ha participado en el curso valora los beneficios de cualquier juego a la hora de optimizar “la lógica, el lenguaje, la motricidad, la visión espacial o la agilidad mental”.
“Hay para todas las edades”, ha destacado, y los resultados “son ventajosos”, tal y como se ha puesto de manifiesto esta mañana con los cuatro juegos con los que han trabajado las profesoras participantes en el curso.
Código Secreto 13+ 4, Carrera de letras, Dixit y Batallas de genios han sido los recursos de entretenimiento con grandes posiblidades para el ámbito educativo y para estimular, entre otras terapias, «la visión espacial, la resolución de problemas o la independencia».
En este sentido, De Nova destaca la evidencia científica de la mejora del aprendizaje con el juego como herramienta educativa. “Hay una relación entre cerebro y juego”, a través de la activación de determinados procesos hormonales para el bienestar de una persona cuando interactúa con estos materiales. Es el contenido, ha avanzado De Nova, en el que abundará en el curso al que próximamente acudirá con una experta. “Es más fácil aprender por reiteración, trabajo y comprensión que por memoria”, ha remachado.

De Nova lleva ocho años y medio al frente de Júpiter, donde los juegos de mesa son más que un producto de venta. Son materiales, “muy versátiles”, con grandes posibilidades para todos tipo de aprendizajes, sobre todo desde que “se divulgó el hashtag #losjuegosdemesasoncultura”. También han ayudado los nuevos desarrollos en el mundo de los mangas –cómics japoneses- y su réplica en audiovisuales animados llamados animes.
Junto a los juegos, hay artículos de merchaising como tazas, camisetas o paraguas, o los populares y demandados muñecos funko pop por coleccionistas.