Los sacerdotes de la Diócesis de Ciudad Real, más de medio centenar, han hecho catequesis en la calle en el día de su patrón, Santo Tomás de Villanueva. A las doce del mediodía, las campanas de la catedral del Prado han repicado y unos seminaristas han abierto una procesión sencilla, arropada por varias decenas de feligreses bajo una letanía.
Fue el obispo Gerardo Melgar el que recuperó hace ocho años la celebración de Santo Tomás de Villanueva, con una misa y una procesión por el centro de la capital, este año presididas por el obispo Abilio Martínez. Así pues, cada año son más los sacerdotes de la Diócesis que participan y ha crecido la devoción en la provincia.
Tradicionalmente San Juan de Ávila, de Almodóvar del Campo, había acaparado la atención entre los sacerdotes de la provincia. De hecho, han escrito obras de reflexión sobre su figura. En la misma localidad de la provincia nació otro santo, San Juan Bautista de la Concepción.
Las aportaciones de Santo Tomás de Villanueva
En la procesión también han participado numerosos seminaristas, pues una de las aportaciones fundamentales de Santo Tomás de Villanueva en la Iglesia universal fue la creación de los seminarios. Vio la necesidad de formar a los sacerdotes académicamente y humanamente como hombres de fe y lo defendió en el Concilio de Trento, en el siglo XVI.
Durante su vida, Santo Tomás de Villanueva, que creó el seminario de Valencia, donde fue arzobispo, demostró una gran preocupación por los pobres. Nació y recibió bautismo en Fuenllana, aunque vivió su primera infancia y juventud en Villanueva de los Infantes.
