Cientos de jóvenes disfrutaron la madrugada del martes de uno de los actos más emblemáticos de la celebración de la Pandorga: los toros de fuego.
Una fiesta que congregó a multitud de personas, pero tuvo su connotación negativa, ya que de los 14 toros de fuego que iban a hacer el particular encierro, sólo seis fueron los que lo acabaron, ya que mucho de los corredores se abalanzaron sobre ellos destrozándolos, lo que supuso que el Ayuntamiento, por motivos de seguridad, pusiera punto y final.
Las carreras y gritos se suceden mientras los portadores del toro de fuego corrieron en busca de los cientos de jóvenes que participan en este tradicional acto. Asustados se refugiaban donde podían atreviéndose a salir al quite cuando comprobaban de reojo que el toro de fuego se encuentra a una distancia prudencial.
Los toros de fuego de la noche de la Pandorga es uno de los actos más tradicionales de la fiesta y sobrevive en el programa año a año.
Protección Civil atendió a once personas por quemaduras leves producidas por esta actividad.