La ciencia salió de nuevo de las aulas y los centros de investigación para este viernes, en la segunda jornada de ‘Ciencia Real II’, ofrecer tres amenas visiones sobre unos prometedores avances en la lucha de muchos cánceres, la posibilidad de dar mil y un usos al plástico evitando la contaminación del medio ambiente y el sentido crítico que hay que tener ante unas estadísticas en las que, si se trata bien la información, “no falla”.
Gema Durá Gracia, profesora de Química Inorgánica, impartió la conferencia ‘¿Podríamos usar la luz solar para curar enfermedades como el cáncer?’, en la que habló de investigaciones relacionadas con nuevas terapias como las fotodinámicas, que buscan ser selectivas en el ataque a los tumores y células cancerígenas y que reducen los efectos secundarios.
En su grupo Química de la Coordinación Aplicada de la UCLM, están trabajando con “varios sistemas” a partir del iridio, rutenio y platino en fármacos que, una vez administrados y presentes en todo el cuerpo, sólo se activan allí donde está el tumor con láseres de luz, mientras que el resto queda inactivo sin afectar a células sanas y el cuerpo termina expulsándolos.
Esta prometedora técnica sirve para cánceres sólidos como los de piel, pulmón, páncreas, esófago, lengua, ovarios y útero, pero no para la leucemia, y actualmente están realizando los experimentos in vitro, pudiéndose utilizar también para tratar la psoriasis e infecciones bacterianas.
Por su parte, Juan Francisco Rodríguez Romero, profesor de Ingeniería Química, situó a los asistentes en la guerra de los plásticos con la conferencia ‘Plastic Wars’, describiendo la grave problemática actual del gran número de residuos que de forma incontrolada van al medio ambiente, lo cual está “generando un problema de polución que se puede ver prácticamente desde los satélites artificiales porque hay auténticas islas de residuos plásticos”.
El reto para los científicos reside en “desarrollar procesos que permitan reciclar y reutilizar estos plásticos”, expuso Rodríguez Romero, que explicó dos procesos de reciclado desarrollados en la UCLM: uno para las espumas de los colchones, los poliuretanos, y otro para los envases de poliespán que se usan fundamentalmente en alimentación.
Sobre la circularidad en la utilización de los recursos plásticos giró su intervención, en la que expuso que “a veces se consigue reciclar con la misma prácticamente calidad, como en el proceso de los poliuretanos, y a veces hay que conformarse con una calidad un poco inferior pero que también permite la reutilización y que no termine ese residuo en el medio ambiente”.
En cuanto a Sergio Pozuelo Campos, profesor de Estadística, aseguró en una amena charla que esta disciplina “ni muerde”, aunque se la suele percibir como árida, “ni engaña”. “Sirve para todo, está prácticamente detrás de todos los procesos científicos y es la forma de discernir entre lo que es verdad y lo que no. Nos permite eliminar lo subjetivo y ver de forma objetiva lo que es cierto y lo que no”, lo que la convierte en “una herramienta poderosísima”.
“La estadística se encarga de describir la realidad, entonces no puede fallar: es la realidad que tenemos”, expuso Pozuelo Campos, que indicó que si falla es porque la información utilizada por la misma es “de mala calidad”, posiblemente porque “tengamos un objetivo distinto a mostrar lo que en realidad es”.

“Si tienes sentido crítico y conocimientos de estadística es cuando va a ser más difícil que te engañen”, destacó en su exposición que fue como “lanzar un órdago” a la gente para que no le tenga miedo a esta disciplina que persigue precisamente discernir entre “lo que es verdad y lo que no lo es”.
Cuando hay errores como en determinados estudios sociológicos, en los que los motivos se deberían estudiar desde una perspectiva objetiva pero no se hace así, “entonces ya sí tenemos un problema. Pero eso deja de ser estadística y empieza a ser manipulación”.