El Colegio de Ingenieros Químicos ha celebrado su asamblea anual y entrega de premios en Ciudad Real. Durante el acto se ha investido colegiada de honor a la exconsejera de Castilla-La Mancha y exministra, Magdalena Valerio, y se ha entregado el premio empresa a Mahou-San Miguel.
Magdalena Valerio, que dijo sentir “un inmenso honor” por un reconocimiento “no esperado”, ha recordado como, durante su etapa de consejera de Administraciones Públicas y Justicia de Castilla-La Mancha salió adelante la Ley de septiembre de 2009 que posibilitó la creación del Colegio de Profesionales de la Ingeniería Química. Su participación en este proceso es lo que ahora le reconocen los ingenieros químicos, con el nombramiento de colegiada de honor.
El Colegio de Profesionales de la Ingeniería Química, que el pasado septiembre cumplió 15 años, celebra desde su constitución una asamblea anual en la que hace entrega de la distinción de colegiada o colegiado de honor y, desde hace seis ediciones, también otorga el premio empresa a aquellas compañías de la región relacionadas de algún modo con la química. En esta ocasión, el galardón ha recaído en Mahou-San Miguel, según explica el decano del Colegio de Ingenieros Químicos, Jesús Manuel García, “por tener la mayor fábrica cervecera de Europa en Guadalajara”.
Al acto de entrega de distinciones han asistido Manuel Andrés Rodrigo, decano de la Facultad de Ciencias y Tecnologías Químicas de Ciudad Real, y la concejala de Educación del Ayuntamiento, María José Escobedo. La edil ha querido acompañar a los colegiados porque, según apuntó, “toda acción que suponga hacer un esfuerzo es elogiable y estamos a favor de premiar el esfuerzo, sobre todo, en Educación”. Además, como concejala de Igualdad ha querido resaltar que se reconozca a una mujer “ya que en el ámbito de la ciencia el índice de mujeres es inferior, es menor el número de mujeres que estudian carreras tecnológicas y de ciencias y, en este sentido, es un orgullo y un referente para próximas generaciones”.