La directora del Instituto de la Mujer de Castilla-La Mancha, Araceli Martínez, se ha mostrado satisfecha con la decisión de La Sala de lo Penal del Tribunal Supremo, que considera que cualquier tipo de contacto físico sin consentimiento y con fines sexuales debe ser juzgado como un delito de abuso y no como un delito leve de coacciones.
“Como viceconsejera y feminista, ha señalado a preguntas de los periodistas, me agrada y me satisface esta decisión”, porque “va en la línea” de las políticas castellano-manchegas sobre mujer.
Ha recordado que la próxima semana se aprobará la ley para una Sociedad Libre de Violencia de Género en Castilla-La Mancha, “como máxima manifestación contra el machismo y la dimensión que tiene la violencia de género”.
La doctrina del Alto Tribunal, ha reiterado, “va en la línea de lo que trabajamos en Castilla-La Mancha”.