Un año más en la plaza de la Parroquia de Santiago, de la capital, en el corazón del Barrio del Perchel, se ha repetido la tradición. Los sacerdotes que rigen dicha comunidad parroquial han impartido el agua bendita a más de trescientas mascotas, entre perros de distintas razas, cobayas, agapurnis, tortugas, gatos, galápagos, hansters, canarios, conejos, algún faisán dorado de China, peces, periquitos, chinchillas, y un ejemplar de escinco, o nadador de las arenas, y otro de degú, que al final resultaron ser los ganadores al considerarse cómo los animales más exóticos presentados este año.
Tras el rezo del Cántico de Daniel, -dentro del ritual de bendiciones-, Isidro Martín Consuegra y Pedro López de La Manzanara, llevaron a cabo tan ancestral costumbre auxiliados por el Hermano Mayor de la Hermandad de San Antón, Ángel Patiño, y otros miembros de la misma, entre los que se encontraba el Diputado Regional por el Partido Popular, Miguel Ángel Rodríguez.
Samuel Saucedo Molina, ganador
Aunque los propietarios de todos los animales recibieron una estampa del santo, cómo cada año, y a juicio de un competente jurado nombrado al efecto, se eligió al ganador, que coincide con el poseedor del animal más exótico. En esta ocasión el premio, consistente en una imagen de San Antonio, Abad, ha sido compartido por el degú y el escinco, de los que es su dueño Samuel Saucedo Molina, profesor de Infantil del Colegio Nuestra Señora del Prado, Marianistas, quien nos contaba que tienen en clase un minizoo durante todo el curso, aunque al final del mismo cada animal es atendido por su propietario, teniendo todos ellos, por supuesto, la documentación y todos los requisitos en perfecto “estado de revista”.
Eucaristía por los hermanos difuntos
El colofón de las fiestas de San Antonio Abad, “San Antón”, de este año, -en las que por cierto se han agotado las aproximadamente quince mil “caridades” que se han elaborado para la ocasión-, ha sido la Eucaristía en memoria de todos los hermanos fallecidos, que se ha celebrado en la Capilla del Colegio de San José, por no haber acabado todavía las obras que se vienen realizando en el templo parroquial. La santa misa fue presidida por Pedro López de La Manzanara Núñez, uno de los sacerdotes que atiende la feligresía, quien en su homilía incidió en la necesidad de dar gracias a Dios por todos los seres creados, -por todos los animales-, valorando en su justa medida la tarea y la misión de cada uno de ellos, haciendo hincapie, de acuerdo con las referencias históricas y tradicionales que se conservan, en que San Antonio, Abad, está considerado cómo su primer protector.
